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Martes, 08 Noviembre 2016 19:17

El misterio de cómo llegaron los periquitos de collar a Londres y qué tiene que ver Jimi Hendrix con ellos

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El periquito de collar (Psittacula krameri) es originario de África y el sudeste asiático. El periquito de collar (Psittacula krameri) es originario de África y el sudeste asiático.

¿Aves y rock'n'roll?

Muchos londinenses se preguntan qué hacen tantos periquitos de cuello anillado (Psittacula krameri) revoloteando en la capital británica, si estas aves son originarias de África y el sudeste asiático.

¿Quién es el responsable de su presencia? Es un misterio, pero cuenta la leyenda que puede tener que ver con el legendario guitarrista estadounidense Jimi Hendrix.

La Real Sociedad para la Protección de las Aves (RSPB, por sus siglas en inglés) de Reino Unido estima que hay más de 8.500 parejas reproductoras en estado salvaje en ese país, particularmente en el sudeste.

Pero mientras los aficionados a las aves suelen emocionarse al ver a los periquitos en sus jardines o en los parques de Londres, no todos les tienen tanto cariño.

Por ejemplo, varios artículos en el periódico The Telegraph lamentan la presencia de estos pájaros y difunden investigaciones sobre sus efectos potencialmente negativos en las especies nativas.

¿Cómo llegaron a la isla?

El factor Jimi Hendrix

La RSPB clasifica a una especie como "no nativa" si ha sido introducida por la actividad humana y como "invasiva" si además tiene efectos negativos sobre las especies nativas.

Si una planta o animal llega por medios "naturales" o como resultado del cambio climático, entonces puede ser clasificado como nativo.

Hay quienes creen que el legendario guitarrista Jimi Hendrix llevó a los periquitos a Londres.

Pero en el caso de los periquitos, no se sabe cómo llegaron a Reino Unido.

Una de las historias sobre el tema afirma que las aves fueron introducidas deliberadamente por el genio estadounidense de la guitarra Jimi Hendrix en sus últimos años de vida a fines de los 60, periodo que pasó en Londres.

Se dice que el músico soltó a una pareja de periquitos en el Soho de Londres y que así se dio origen a la población actual.

Otra versión sugiere que se propagaron después de escapar de Shepperton Film Studios durante la filmación de la película The African Queen ("La reina africana"), de 1951, protagonizada por Humphrey Bogart y Katharine Hepburn.

Sin embargo, es más probable que los periquitos simplemente sean los descendientes de mascotas anteriores no deseadas.

Las parvadas de periquitos son cada vez más comunes y por eso inspiran distintas imágenes.

Cuestión de gusto

Un factor que determina si una especie no nativa será acogida es cómo afecta a las criaturas más queridas de Gran Bretaña.

Algunos animales se consideran íconos británicos, como la ardilla roja, el erizo, el ratón de agua y el tejón.

Cualquier invasor que tenga un impacto negativo en estos animales tan queridos cae bajo el escrutinio del público y de autoridades como la Secretaría de Especies No Nativas, del Departamento del Medio Ambiente y Asuntos Rurales (Defra, en inglés).

Pero a veces, las especies relativamente nuevas en Gran Bretaña son recibidas con los brazos abiertos.

Así sucede con las pequeñas garzas que han llegado por sus propios medios a Reino Unido desde 1989, según el RSPB. Anteriormente, vivían en Europa continental, África y Asia.

"Las he visto en Northumberland (en el norte de Gran Bretaña) y todo el mundo las ama", dice Stephen Trotter, director del Fondo de Vida Silvestre de Inglaterra.

Unos pequeños búhos que fueron introducidos deliberadamente en la isla durante el siglo XIX también son populares y no se consideran problemáticos para la fauna local.

La ardilla roja casi se extingue a causa de la ardilla gris, originaria de América del Norte.

Criminalización de especies

Pero las especies no necesariamente pertenecen a los lugares donde los humanos los observaron por primera vez, dice Chris Thomas, profesor de Biología de la Universidad de York.

"La idea de que las cosas se quedan donde siempre estuvieron no tiene lugar en la biología", comenta. "Darwin se habría reído de ella".

Al especialista le preocupa que estemos "criminalizando" a ciertos ejemplares a causa de sus orígenes.

Agrega que no hay evidencia directa de que alguna especie se haya extinguido como resultado de un invasor.

También señala que la competencia entre seres vivos y los cambios en el número de población son comunes en la naturaleza, independientemente del papel de los humanos en la ecuación.

Algunas especies son simplemente más dominantes que otras.

Los rododendros vivían en Gran Bretaña hace 400 mil años, pero desaparecieron y fueron reintroducidas por la actividad humana en el siglo XVIII.

Por ejemplo, el rododendro, introducido en Gran Bretaña en el siglo XVIII, es una espectacular planta con flores, muy popular entre los jardineros británicos.

Pero es considerado invasivo debido que pueden bloquear la luz de otros vegetales y parece reducir el número de lombrices y pájaros.

¿Qué hace, entonces, que una especie sea verdaderamente nativa?

Jess Chappell, de Política de Naturaleza de la RSPB, hace hincapié en que las opiniones de su oficina se basan en pruebas de cualquier efecto negativo en las especies locales. En otras palabras, averiguan qué tan bien se integran los recién llegados con el entorno.

Pero Thomas sostiene que en gran medida la respuesta depende de una decisión social: la gente elige lo que les gusta y lo que no. Este sesgo se refleja en las estrategias de conservación.

De cualquier manera, tal vez las líneas que delimitan los lugares a los que pertenece una especie no estén tan claramente dibujadas en el futuro. La naturaleza, después de todo, no tiene controles fronterizos.

 

BBC

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