El dron realizaba un vuelo autónomo y ni los militares ni los policías estadounidenses pudieron encontrarlo hasta pasados nueve días.

De acuerdo con la página web Military.com, el incidente se produjo con el nuevo dron de reconocimiento RQ-7Bv2 Shadow, cuyo valor asciende a 1,5 millones de dólares.

Los militares estadounidenses perdieron el aparato cuando estaba siendo sometido a pruebas en el polígono de la base militar de Fort Huachuca, en el sureste de Arizona.

El portavoz de la 7ª división de infantería del Ejército de EEUU, Frederick Williams, comunicó que los soldados tuvieron incluso que pedir ayuda a la Policía y a los representantes de organismos públicos. 

Sin embargo, todo resultó en vano. Durante nueve días, ni los servicios terrestres ni las fuerzas de defensa antiaérea pudieron encontrar el dron pese a su gran tamaño —3,4 metros de largo y una envergadura de alas de 6,1 metros—.

Solo tras el noveno día, un turista informó que había hallado el dron en las montañas de Colorado. El RQ-7Bv2 Shadow había aterrizado sobre un árbol.

Los militares estadounidenses aún no entienden cómo pudo llegar hasta allí, puesto que cubrió una distancia de 970 kilómetros, cuando su alcance debería ser teóricamente mucho menor.