Según la compañía le explicó al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamento –Invima–, el objetivo del proyecto es "contribuir a la nutrición de los niños en edad escolar no desnutridos mayores de cinco años, a través de la entrega del producto en conjunto con la alimentación escolar en los centros educativos, como un aporte a la prevención de la deserción escolar".

Pero el Ministerio de Salud y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar –ICBF– no creen que esos estudios hagan parte de un plan nutricional, y anunciaron que nunca aprobaron tal proyecto.

"Cuando se acercaron, les dijimos que tenían la libertad de hacerlo; nosotros no lo avalamos, no nos corresponde, pero sí sabemos que estuvieron en el territorio. Sobre la investigación no tenemos claridad, con los colegas del Ministerio de Salud se ha oficiado a Postobón para que dé la información respectiva sobre los criterios éticos y científicos, si es que se tienen, de la supuesta investigación", dijo Alejandro Gómez, director nacional de nutrición del ICBF, a El Tiempo.

Por su parte, ayer Postobón emitió un comunicado en el que rechazan la publicación del colectivo Liga contra el silencio. Y aclaran que nunca dijeron que Kufu fuera un suplemento nutricional, ni un medicamento; que lo entregaron a los niños como acompañamiento de sus dietas alimenticias y con participación de varias instituciones locales.

La polémica sigue abierta hasta que la empresa entregue con claridad los reales objetivos del experimento al Ministerio de Salud. Mientras tanto el hecho ha generado indignación en la sociedad, toda vez que La Guajira es uno de los departamentos más deprimidos del país, con las tasas más altas de desnutrición infantil y mortalidad por esta causa.

De hecho, ayer falleció una bebé de tres meses de nacida de la etnia indígena wayuu, por una falla multiorgánica causada por el alto grado de desnutrición que sufría.

Infobae