Indignación y un llamado a la Policía para que no persiga a vendedores que se ganan la vida vendiendo churros sin licencia, ya que la Ciudad tiene congelada la emisión de nuevos permisos desde 1979, fue el mensaje que este lunes enviaron al Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), a la Administración De Blasio y al gobernador Andrew Cuomo decenas de manifestantes.
Líderes comunitarios, activistas, políticos y vendedores ambulantes se reunieron al medio día a la entrada de la estación Broadway-Junction, en Brooklyn, para protestar contra “la manera exagerada” en que la policía está criminalizando a madres inmigrantes que tratan de ganarse la vida de manera honrada.
El sábado pasado uniformados arrestaron a la vendedora de churros Elsa Morocho por vender sus productos dentro de la estación del tren, como se denunció en un video captado por una usuaria del metro, y este lunes, mientras ocurría la protesta, uniformados esposaron a otra vendedora en la estación de Myrtle-Wyckoff, como si fuera una delincuente.
“Nosotras nos ganamos la vida sin hacerle daño a nadie y últimamente desde que hay más policías en las estaciones nos persiguen más y ahora hasta nos quitan la comida y los carritos. La botan y se burlan de nosotros”, comentó la vendedora, quien sin querer, abrió la ‘caja de pandora‘, pues con su caso más comerciantes informales levantaron sus denuncias contra el accionar del NYPD. “A mí me agarraron ya cuando me iba para mi casa y solo les rogaba que me pusieran un ticket y que no me fueran a quitar mi mercancía porque de eso dependen mis cinco hijos, pero a ellos no les importó”, denunció la mujer en medio de lágrimas.
Otra vendedora de churros, identificada como María Falcón, también denunció que la Policía ha escalado sus acciones contra los vendedores y dijo que operan de manera discriminatoria, especialmente contra las mujeres latinas.
“A mí me han puesto ya siete tickets en pocas semanas, cada uno de a $50, y el viernes pasado me quitaron los churros y el carrito, y se burlaban de mí, porque no entendían español y porque estaba llorando, pero a los que hablan inglés y venden sus cosas arriba, a esos no los molestan”, comentó la madre, en medio del llanto, quien concluida la manifestación confrontó a los oficiales que le quitaron sus cosas.
“No nos humillen. Eso es lo único que pedimos, que nos dejen trabajar y que nos ayuden a tener licencias, porque la policía está para perseguir a los criminales, pero no a nosotros que no hacemos nada malo vendiendo churros para ganarnos la vida”, exclamó la vendedora.
Critican plan de Cuomo de más policías
Organizadores comunitarios como Donna Denis, de la organización Riders Alliance, culpó en parte al gobernador Andrew Cuomo por su plan de asignar 500 uniformados más a las estaciones de trenes y le exigió que reconsidere esa directriz.
“En mi comunidad lo que necesitamos es que ese dinero se use en arreglar el servicio de los trenes no en traer más policías para que vengan a perseguir y criminalizar a gente trabajadora y a adolescentes que andan en el metro. Esto es una agresión directa contra nuestra
La senadora estatal Julia Salazar también criticó la decisión de aumentar la presencia policial en el sistema de transporte, que con ejemplos como el de la “persecución a las vendedoras de churros”, que denunció, muestra que los recursos están siendo mal invertidos.
“Ahora resulta que encuentran dinero para más policías que vienen a hacer estas cosas cuando llevamos años exigiendo inversión para mejorar el transporte e inversión en nuestras comunidades. Esto no lo podemos permitir y tenemos que seguir luchando para que se levante el límite de licencias a vendedores y así puedan trabajar tranquilamente y sin miedo a ser perseguidos”, dijo la política de Brooklyn.
El concejal Rafael Espinal, presidente del Comité de Asuntos del Consumidor, también se sumó a las voces de reproche e indignación contra el proceder de la policía y aseguró que se están “extralimitando en sus acciones” contra los vendedores ambulantes.
“Venimos a decir que estamos en solidaridad con los vendedores ambulantes y que estos abusos tienen que terminar, pues hay que buscarle una solución a esta situación”, dijo Espinal, destacando que ese comportamiento de la Uniformada erosiona las relaciones con la comunidad. “Lo que necesitamos es crear lazos y que nuestra gente se sienta protegida y no atacada. No son delincuentes, las vendedoras de churros son madres que están tratando de ganarse la vida y que son parte de nuestra comunidad”.
“Venden churros para poder vivir”
El defensor del pueblo Jumaane Williams envió un mensaje contundente y criticó a quienes apoyan acciones de fuerza contra vendedores ambulantes.
Edwin Martínez