Los sistemas de defensa antimisiles de EE. UU. En Irak no pudieron interceptar ningún misil que la Fuerza Aeroespacial IRGC llovió sobre la base aérea de Ain al-Assad en la provincia de Anbar, en el oeste de Irak, el miércoles temprano.

En el ataque iraní, lanzado en represalia por el asesinato por parte de los Estados Unidos del teniente general Qassem Soleimani, la Fuerza Aeroespacial IRGC utilizó los misiles Fateh-313 y Qiam, con un alcance de 500 km y 800 km, respectivamente. .

Los misiles Fateh-313 tienen una velocidad tan alta que los sistemas de defensa estadounidenses no han podido interceptar ninguno de los proyectiles.

Además, los misiles Qiam disparados en el ataque nocturno han sido equipados con sistemas de bloqueo de radar y ojivas de fragmentación.

Esta fue la primera vez que Irán utilizó misiles tan avanzados en una operación de combate.

En junio de 2017, el IRGC había utilizado a Qiam para alcanzar los objetivos de ISIS en Siria, pero los misiles lanzados en esa operación tenían ojivas regulares ya que los objetivos habían sido embalados en un área pequeña.

Según los informes, la ojiva de fragmentación en cada uno de los misiles Qiam disparados en el ataque del miércoles ha causado decenas de explosiones en la base aérea estadounidense.

El IRGC solo golpeó la base de Ain al-Assad en el ataque del 8 de enero.

Además, todas las unidades de misiles iraníes habían estado en alerta en el momento de la operación contra la base estadounidense en Irak, y los estadounidenses también habían sido notificados de que cualquier reacción al ataque habría provocado una respuesta muy dura de Teherán.