Mientras daba conferencias al público sobre la necesidad de respetar de forma estricta el distanciamiento social para reducir la propagación del coronavirus, el científico se las arregló para que Antonia Staats, de 38 años, lo visitara en su casa al menos en dos ocasiones: el 30 de marzo y el 8 de abril.
La señora Staats vive con su esposo y sus hijos en otra casa, por lo que tuvo que cruzar toda la ciudad para verse con el profesor, indica el periódico. Aunque se entiende que ella mantiene con su marido un matrimonio abierto, el hecho de que se reuniera con el profesor Ferguson en su domicilio representa una violación del confinamiento, ya que las autoridades británicas habían determinado que las parejas que no viven juntas debían permanecer separadas durante el confinamiento.
"Creía que era inmune"
"Acepto que cometí un error de juicio y tomé un curso de acción equivocado. Por lo tanto, renuncié a participar en el Grupo Científico Asesor para Emergencias (SAGE, por sus siglas en inglés)", declaró el profesor Ferguson a The Telegraph.
"Actué en la creencia de que era ya inmune, había dado positivo por coronavirus y me aislé por completo durante casi dos semanas después de desarrollar síntomas", reveló.
