Desde marzo y hasta hace unas semanas lograron arrebatar a ambas organizaciones criminales una suma de $10 millones de dólares, informó Univisión Noticias.
Se detalló que la emergencia ocasionada por el COVID-19 puso en jaque a dichas organizaciones criminales, no solo porque millones de personas permanecieron en sus casas, sino que se dio el cierre de negocios, que son utilizados por los cárteles de la droga mexicanos para lavar dinero, lo que les obligó a circular con enormes sumas de dinero dentro de territorio de Estados Unidos.
A decir del reporte a principios de abril los agentes de la DEA recibieron la información de que al sur de California llegaría un transporte con una gran cantidad de dinero en efectivo. Fue ahí que la DEA, interceptó dos vehículos en cuyos maleteros, llevaban cajas de cartón en donde tenían escondidos $1.7 millones de dólares, aunque no se detalló si dicho dinero pertenecía al Cártel Jalisco Nueva Generación o al Cártel de Sinaloa.
Mientras que en los últimos días de abril, elementos de la DEA interceptaron una transacción de droga en Riverside que permitió incautar un total de 1 millón de dólares en efectivo además de cocaína.
A esos golpes en específico se suman las cantidades que han quitado las autoridades estadounidenses dentro de los escondites de los narcotraficantes en California, pues debido al cierre de negocios no pueden lavar dinero y tienen que tenerlos en los lugares en donde operan.
“Ese dinero generado por la venta de droga no tenía un destino al cual ir y comenzó a acumularse muy rápido. Solo haciendo nuestro trabajo cotidiano -realizando escuchas telefónicas, usando informantes y haciendo operaciones encubiertas- empezamos a enfocarnos en los paquetes grandes de efectivo”, dijo William Bodner, jefe de la oficina de la DEA en Los Ángeles, a Univision Noticias.
