En el documento se destaca que la expansión del mercado global de drogas como consecuencia de la legalización de cannabinoides es una amenaza a la seguridad nacional de Rusia.
Los intentos de otros países que tienden a legalizar y liberalizar las drogas se evalúan como "desestabilización del sistema internacional del control del tráfico de drogas".
El nuevo acto normativo explica de manera clara que en un futuro cercano no hay que esperar que la marihuana u otros cannabinoides se legalicen en la Federación Rusa. Una de las medidas principales de la política antidrogas actualizada será "la prohibición de la legalización del uso recreativo de las drogas".
Otro punto clave de la nueva legislación acentúa los nuevos métodos que utilizan los traficantes de drogas para ampliar sus redes criminales. En particular, internet, para la propaganda del consumo ilegal y "nuevas herramientas financieras" para la venta y compra de sustancias prohibidas.
