La acusación por el delito de injurias contra la Corona que le sentó en el banquillo en 2018 también se fundamenta en la letra de una de sus canciones, el rap 'Juan Carlos el Bobón', en la que califica al rey emérito español de "capo mafioso" y le acusa de gastarse el dinero público "en juergas y putas".
El rapero Pablo Hasél, condenado a nueve meses de prisión por injurias a la Corona y enaltecimiento del terrorismo, se ha encerrado en la Universidad de Lleida, tres días después de que venza el plazo que la Audiencia Nacional le otorgó para ingresar voluntariamente en la cárcel.
En su perfil de Twitter, en el que el músico ha anunciado su encierro, ha lanzado un último desafío a la Justicia: "Tendrán que reventarla para detenerme y encarcelarme". Según ha escrito en la red social, la protesta es indefinida y se encuentra "junto a bastantes solidarios" en el edificio del Rectorado.
A finales del pasado enero, la Audiencia Nacional ordenó la entrada voluntaria en prisión del rapero —cuyo nombre real es Pablo Rivadulla— para cumplir su condena por enaltecimiento del terrorismo e injurias y calumnias a la monarquía y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tras haber difundido en sus redes sociales, entre 2014 y 2016, —y en una de sus canciones— mensajes que incluían loas a miembros de ETA y los Grapo, considerados incitadores a la violencia y vejatorios para la Corona. Ayer, la Fiscalía se opuso al recurso de súplica presentado por el abogado del artista.
Tras la orden de ingreso en prisión del rapero, varios colectivos han convocado movilizaciones contra su condena, que consideran "represiva". Amnistía Internacional ha iniciado una campaña para evitar su entrada en la cárcel. La plataforma Llibertat Pablo Hasél, una de las organizadoras del encierro en la Universidad de Lleida, ha hecho hoy un llamamiento para acudir al Rectorado. "Su libertad es la nuestra", escribían en sus redes sociales.
A escasas horas de expirar el plazo dado por el juez para que ingresase entre rejas por su propio pie, el músico ya había avisado que la única forma de obligarle iba a ser una: "Tendrán que venir a secuestrarme".
En el dictamen en el que el Alto tribunal confirmó la sentencia, se argumenta que Hasel había sido condenado "por incluir en su perfil en redes sociales comentarios en forma de tuits donde se incorporaban videos que incitaban a la violencia", además de otros mensajes que los magistrados han considerado "enaltecedores del terrorismo y vejatorios para la Corona y otras Instituciones del Estado como las Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".