La construcción de la réplica del Titanic costará unos 200 millones de dólares, un proyecto que tiene mucho del sueño/capricho de un millonario. Palmer ha dicho que la demanda de billetes para el viaje inuagural supera ya la oferta, y que incluso hay entusiastas capaces de poner sobre la mesa un millón de dólares para asegurarse un camarote. Los habrá de primera, segunda y tercera, como en el original, y el viaje durará seis días.
Los pasajeros podrán vestirse con ropa «estilo 1912», lo que les brindará la oportunidad de dar un paso atrás en el tiempo, o de meterse en la piel de DiCaprio y Kate Winslet, los protagonistas de la película de James Cameron (1997).
El nuevo Titanic será una réplica, sobre todo en la decoración, pero contará con algunas comodidades modernas como el aire acondicionado, un teatro, un casino y botes salvavidas para todos, por supuesto.
Una piscina interior en el nuevo Titanic

La decoración del Titanic II imitará fielmente el estilo de 1912