Las primeras informaciones apuntan a que el personal de la fábrica tardó en darse cuenta del vertido, puesto que fue la empresa de mantenimiento del alcantarillado la que avisó de la avería, después de que sus empleados sintieran un fuerte olor a alcohol en los conductos de evacuación.
El fabricante, cuyas pérdidas se calculan en 500,000 libras esterlinas (US$750,000), inició una investigación propia del incidente en la planta, en la que trabajan unas 600 personas.
Según los ecologistas, el vertido alcohólico contaminó el río Leven que pasa cerca de Dumbarton. La compañía Scottish Water encargada del mantenimiento de las instalaciones purificadoras de agua, advirtió que un derrame de estas características dificultará las labores de descontaminación.
Ballantines es una marca de whisky escocés mezclado que ocupa el segundo lugar en ventas del whisky fabricado en Escocia e Inglaterra.