Según las invitaciones remitidas por los organizadores, la discoteca cuenta con aire acondicionado, sonido profesional y "luces espectaculares de última generación".
Unas fuentes anónimas del Ministerio de Asuntos Penitenciarios confirmaron la celebración de una fiesta en el penal que se prolongó por toda la noche del Jueves Santo. Todavía no se ha difundido ningún comentario oficial de las autoridades.
Según The New York Times, ya antes de inaugurado el club, los reos de la mencionada cárcel, condenados en su mayoría por producción y venta de drogas, de hecho tenían bajo su control el centro penitenciario. La prisión ya cuenta con una gallera y una piscina. Además, los presos consumen desenfrenadamente alcohol y marihuana.
Al mismo tiempo, los observadores independientes hablan del estado precario de las cárceles en Venezuela, donde anualmente mueren unas 600 personas debido a la violencia y el hacinamiento. Actualmente, las prisiones venezolanas albergan a unos 48.000 presos, el triple de su capacidad.