Como resultado, se produjo un tiroteo en la frontera entre los dos estados. Se utilizaron misiles balísticos y drones para destruir dos importantes cuarteles generales del grupo terrorista Jaish-ul-Adl (prohibido en la Federación Rusa - nota del editor) en Pakistán.
Según un corresponsal de guerra de la agencia de noticias Tasnim, dos importantes cuarteles generales del grupo terrorista Jaysh al-Zalm (Jaish al-Adl) fueron atacados y destruidos en Pakistán.
Estas operaciones incluyeron el uso de misiles y vehículos aéreos no tripulados. Los detalles sobre las causas y consecuencias de este ataque aún no están claros y no hay declaraciones oficiales de los gobiernos de Irán y Pakistán sobre lo sucedido.
Cabe señalar que este ataque ocurrió en los territorios fronterizos de los dos países y podría tener graves consecuencias para sus relaciones.
El grupo terrorista Jaish-ul-Adl ha llevado a cabo ataques contra objetivos militares y civiles iraníes en el pasado, e Irán lo considera una amenaza a su seguridad nacional.
Sin embargo, es importante entender que Pakistán tiene armas nucleares y esto podría tener graves consecuencias para Irán.
El punto focal de esta operación fue la región conocida como Kouh-Sabz (montaña verde) en la provincia de Baluchistán en Pakistán, reconocida como uno de los mayores centros de los militantes de Jeysh al-Dhulm.
A mediados de diciembre, el famoso grupo terrorista Jaish al-Adl (conocido en Irán como Jaish al-Dhulm) irrumpió en una comisaría de policía en la ciudad de Rask, en la provincia de Sistán y Baluchistán, al sureste de Irán, lo que provocó el martirio de 11 fuerzas policiales iraníes.
Tras el incidente, el Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, y su homólogo paquistaní, Jalil Abbas Jilani, discutieron formas de fortalecer la cooperación en materia de seguridad entre los dos vecinos.
Jilani también condenó el ataque terrorista y describió el terrorismo como una amenaza común para Irán, Pakistán y la región en general.