Yemen ejecutó este martes dos operaciones militares en el mar Rojo contra el buque estadounidense Star Nasia y la nave británica Morning Tide, informó en un comunicado militar el portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen, general de brigada Yahya Sari. De acuerdo con el vocero, los misiles navales impactaron directamente ambos barcos.

Igualmente, aseguró que las Fuerzas Armadas de Yemen mantendrán sus operaciones militares selectivas contra blancos hostiles estadounidenses y británicos en los mares Rojo y Arábigo, en el marco del legítimo derecho de responder a la agresión y defender a Yemen. Igualmente, subrayó que continuarán los ataques contra la navegación israelí o los barcos con dirección a los puertos de Palestina ocupada, hasta tanto “Israel” cese su agresión y levante el bloqueo contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza.

Simultáneamente, fuentes cercanas a Al Mayadeen informaron que las operaciones se llevaron a cabo a pesar de la presencia de aeronaves estadounidenses y británicas, así como los continuos ataques a las regiones de Al-Hudaydah y Saada en días anteriores.

Este lunes, una agresión estadounidense-británica alcanzó la ciudad de Saada, en la provincia costera de Al Hudaydah, en el mar Rojo, con once bombardeos, así como ocho ataques en la región de Ras Isa, en el noroeste de Al Hudaydah.

El vicecanciller de Yemen, Hussein al-Azzi, declaró que en los últimos días, EE.UU. y Reino Unido lanzaron 300 ataques contra Yemen y aseguró que Washington "no escapará de su castigo". Por su parte, el jefe del equipo de negociadores de Saná, Mohammed Abdul-Salam, afirmó que mantener las agresiones contra la nación yemenita no logrará ningún objetivo para los agresores, sino aumentará sus problemas en la región.

El miércoles último, la Marina de los Estados Unidos escoltaba dos portacontenedores de propiedad y bandera estadounidense a través del estrecho de Bab el-Mandeb, hacia el Mar Rojo, pero se dieron la vuelta después de ser atacados por misiles balísticos hutíes.

El hecho suscitó controversia en el alto mando del Pentágono que negó un impacto directo de misiles contra las naves, pero la armada yemenita aseguró un blanco seguro. Analistas calificaron el encuentro hostil como una clara "pérdida" para la Armada estadounidense .