Es un día cualquiera en una comunidad china, salvo por un sorprendente detalle: hay un hombre colgado del cableado de alta tensión. Inmediatemente, lo importante no es determinar cómo había terminado de esa guisa, sino bajarlo. Para ello se procede a cortar la luz y un bombero sube a ayudarle en su bajada de las alturas.
Tras quince minutos de maniobras del bombero, el hombre que estaba colgado se niega a cooperar y al balancearse acaba cayendo sobre otro tendido eléctrico inferior. En este nuevo conjunto de cables, el hombre intenta incorporarse y acaba provocando su caída a tierra.
Rápidamente se le va a atender. Tras los primeros cuidados, parece que no tiene heridas e incluso habla y se incorpora. Pero poco aguanta. Pronto cae incosciente... debido a la borrachera más que al golpe.