Esta declaración despertó un considerable interés en los círculos internacionales, dadas las tensas relaciones entre los países y el posible desarrollo del conflicto.
Según se informa, la señal se envió a través de canales diplomáticos secretos en los que participaron países europeos que actuaron como mediadores.
Teherán dejó claro que no tomaría medidas de represalia si Israel atacara una serie de objetos estratégicamente importantes, pero estipuló que tal concesión no se aplicaría a los ataques contra el petróleo o la infraestructura nuclear. Según fuentes cercanas a los círculos diplomáticos, la segunda parte del mensaje iraní fue particularmente alarmante.
Irán ha dejado claro que si un ataque golpea sus activos vitales, como campos petroleros o instalaciones nucleares, Teherán tomará medidas de represalia, que podrían incluir una gran ofensiva y cruzar líneas rojas.
Esto ha generado preocupación sobre una posible escalada del conflicto en la región.
Al mismo tiempo, el Israel oficial no comenta información sobre posibles negociaciones a través de intermediarios.
Las autoridades estadounidenses también se han abstenido hasta ahora de hacer declaraciones oficiales al respecto.
Sin embargo, los medios recuerdan que en los últimos días se han vuelto más frecuentes los informes sobre posibles preparativos israelíes para un ataque contra objetivos iraníes.