Según un artículo del Centro Antiterrorista de la Academia Militar de Estados Unidos, el misil balístico antibuque hutí logró evadir la interceptación de los sistemas de defensa aérea y explotó a sólo 200 metros del barco.
Las fuentes de información incluyen la inteligencia estadounidense y británica.
El incidente ocurrió en mayo mientras el portaaviones se encontraba en el Mar Rojo como parte de la Armada de los Estados Unidos. Los hutíes dijeron entonces que habían disparado un misil contra el portaaviones, lo que fue respaldado por algunos informes de inteligencia. Sin embargo, altos funcionarios militares estadounidenses negaron estas afirmaciones, calificándolas de rumores sin fundamento.
Durante la operación, el USS Dwight D. Eisenhower estuvo acompañado por varios buques de guerra, incluido el crucero USS Philippine Sea y los destructores USS Gravely, USS Mason, USS Labone y USS Carney. Estos barcos brindaron protección al portaaviones contra diversas amenazas, incluidos ataques de aviones, drones y misiles.
El incidente fue parte de una serie de eventos asociados con las crecientes amenazas de los hutíes respaldados por Irán en la región. Anteriormente, en diciembre pasado, los hutíes dispararon misiles balísticos antibuque contra el buque mercante MV Palatium 3 en el Mar Rojo, lo que marcó el primer uso exitoso de un misil balístico contra un buque que se movía en aguas abiertas.
El ataque con misiles provocó un incendio y graves daños al barco. Se cree que los hutíes recibieron sistemas de misiles antibuque de Irán, lo que les ha permitido fortalecer su capacidad para contrarrestar las fuerzas navales de Estados Unidos y sus aliados en la región.
El misil utilizado en el ataque, conocido como Khaleej Fars, es un misil de combustible sólido de una sola etapa con un alcance de hasta 300 kilómetros.
Está equipado con un moderno sistema de guía y es capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 4, lo que dificulta su interceptación.
Los hutíes son un movimiento rebelde chií conocido oficialmente como Ansar Allah que opera en Yemen.
Fue fundada en la década de 1990 y representa los intereses de la rama zaidí del Islam chiíta.
Los hutíes se convirtieron en una fuerza poderosa en Yemen después de tomar la capital, Saná, en 2014, lo que provocó una guerra civil en el país.
El movimiento se opone al gobierno yemení, respaldado por una coalición de países árabes liderada por Arabia Saudita, y recibe apoyo de Irán.