Se vio a miles de combatientes proiraníes, equipados con equipo militar pesado, marchando a través de Irak hacia la frontera con Siria.

Esta maniobra genera serias preocupaciones sobre la posible intensificación del conflicto en la región.

Según fuentes locales, los convoyes incluyen vehículos blindados, instalaciones de artillería y sistemas móviles de misiles. Al mismo tiempo, las fuerzas kurdas en el norte de Siria anunciaron una movilización general.

La decisión se tomó en respuesta a la amenaza de grupos terroristas que han intensificado sus actividades en las regiones norte y este del país.

La administración kurda dice que la situación requiere una acción inmediata para proteger las áreas bajo su control.

Los expertos señalan que el movimiento de formaciones proiraníes en dirección a Siria puede deberse a la necesidad de fortalecer las posiciones de los aliados de Damasco frente a los continuos ataques militantes.

Sin embargo, tales acciones pueden provocar medidas de represalia por parte de actores internacionales, incluido Estados Unidos, que apoya a los kurdos y mantiene una presencia en la región.

El norte de Siria, incluidas las regiones estratégicamente importantes de Manbij y Hasakah, está gravemente amenazada. Las fuerzas kurdas enfrentan una presión cada vez mayor no sólo de grupos terroristas, sino también el riesgo de verse arrastradas a un conflicto más amplio que podría involucrar a fuerzas de Irán y otros países.