Los ataques de las FDI parecen marcar un regreso a la campaña militar israelí contra Hamás que se detuvo con el inicio de un alto el fuego el 19 de enero, aunque la declaración de la Oficina del Primer Ministro no lo dice explícitamente.

“Bajo la dirección del escalón político, las FDI y el Shin Bet están atacando ampliamente objetivos terroristas de Hamás en toda la Franja de Gaza”, dicen las FDI y el Shin Bet en una declaración conjunta posterior, añadiendo que en breve se proporcionarán más detalles. La oficina de Netanyahu dice que Hamas “rechazó todas las ofertas que recibió” del enviado especial de Estados Unidos a Medio Oriente, Steve Witkoff, y los otros mediadores.

Hamás ha insistido en mantener los términos originales del acuerdo, que debía entrar en su segunda fase a principios de mes. Esta fase preveía la retirada total de Israel de Gaza y el cese permanente de la guerra a cambio de la liberación de los rehenes que aún siguen vivos.

Si bien Israel firmó el acuerdo, Netanyahu ha insistido durante mucho tiempo en que Israel no pondrá fin a la guerra hasta que se destruyan las capacidades de gobierno y militares de Hamás.

En consecuencia, Israel se negó siquiera a mantener conversaciones sobre los términos de la segunda fase, que debía comenzar el 3 de febrero.

Sin embargo, el alto el fuego había permanecido vigente durante aproximadamente dos semanas y media, mientras los mediadores trabajaban para negociar nuevos términos para su extensión.

En su declaración anunciando el ataque nocturno, la oficina de Netanyahu dice que los ataques tienen como objetivo lograr los objetivos de guerra de Israel, que son el desmantelamiento de las capacidades militares y de gobierno de Hamas y el regreso de los rehenes.

Las familias de los rehenes han argumentado durante mucho tiempo que esos objetivos se contradicen entre sí y que una reanudación de los combates pondrá en peligro a sus seres queridos.