La refinería de Haifa, que abastece aproximadamente dos tercios del consumo de combustible de “Israel”, es una de las instalaciones vitales gravemente dañadas, en particular su central eléctrica, sus oleoductos y su infraestructura operativa.
Esto llevó al Ministerio del Interior a redactar una orden de emergencia que busca una rápida restauración sin necesidad de permisos de construcción, a la vez que impone estrictas restricciones ambientales.
Defensa de “Israel” indicó que las obras de rehabilitación incluirán tratamientos ambientales integrales para los lugares contaminados por el ataque y la elaboración de informes para garantizar que los indicadores ambientales no se deterioren, de conformidad con las disposiciones de la ley israelí de planificación y construcción.
En un acontecimiento relacionado, el principal portavoz de las Fuerzas Armadas iraníes, el general de brigada Abu al-Fadl Shekarchi, confirmó en una entrevista exclusiva con Al-Mayadeen TV el 7 de julio que numerosos centros de seguridad, militares y de investigación en la entidad ocupante habían sido “completamente destruidos”.
El general de brigada enfatizó que muchas de sus pérdidas están “sujetas a un severo silencio mediático”, de modo que “no confiamos en lo que EEUU y la entidad sionista publican sobre estos daños”.