El Patriarcado Latino de Jerusalén confirmó el jueves que tres personas murieron y un párroco resultó herido en un ataque israelí dirigido contra la Iglesia Católica Romana en la ciudad de Gaza (la Iglesia del Monasterio Latino).
El Patriarcado, que supervisa la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, declaró: «Rogamos a Dios que tenga piedad de ellos y ponga fin a esta guerra salvaje. Nada justifica atacar a civiles inocentes».
En una declaración anterior, el Patriarcado Latino dijo: "La Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza fue blanco de un ataque aéreo esta mañana". El comunicado de la iglesia añadió: «Hubo varios heridos en el lugar, incluido el padre Gabriel Romanelli, párroco.
El edificio de la iglesia sufrió daños considerables».
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás, condenó el ataque del ejército de ocupación israelí a la Iglesia del Monasterio Latino en la ciudad de Gaza, describiéndolo como "un nuevo crimen cometido contra lugares de culto y personas desplazadas inocentes", y como parte de una "guerra de exterminio integral contra nuestro pueblo palestino en todos sus componentes".
El movimiento afirmó que "las continuas y atroces masacres del enemigo, su política de matar de hambre a nuestro pueblo en la Franja de Gaza, el asesinato de civiles inocentes y los ataques a mezquitas, iglesias, hospitales, panaderías, pozos de agua y todas las instalaciones civiles constituyen crímenes de guerra flagrantes".
Hamás instó a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas a "adoptar una postura seria contra estos crímenes constantes y sin precedentes, tomar medidas inmediatas para detener la agresión bárbara y exigir cuentas a los líderes de la ocupación por sus crímenes contra la humanidad".
Desde el comienzo de la guerra en la Franja de Gaza, las instituciones civiles, incluidas escuelas, hospitales y lugares de culto, han sido objeto de repetidos ataques israelíes, que constituyen crímenes de guerra.