El misil, con un alcance de hasta 2000 kilómetros y una ojiva de dos toneladas, es capaz de penetrar objetivos blindados, como búnkeres e instalaciones subterráneas.
Según expertos militares iraníes, la bomba Khorramshahr-5 es más destructiva que la bomba estadounidense GBU-57 Massive Ordnance Penetrator (MOP), utilizada por el bombardero furtivo B-2 Spirit.
La GBU-57, conocida como una de las bombas no nucleares más potentes del arsenal estadounidense, es capaz de penetrar hormigón hasta una profundidad de 60 metros, mientras que el nuevo desarrollo iraní, según Teherán, ofrece un poder de penetración y una precisión aún mayores.
Esto la hace potencialmente capaz de atacar incluso las instalaciones militares más protegidas.
Las pruebas están programadas para las próximas semanas, coincidiendo con un período de alta tensión en la región tras los recientes conflictos.
Irán ha enfatizado que el desarrollo busca proteger los intereses nacionales y no amenaza a países pacíficos, pero Occidente ya ha expresado su preocupación, calificando el proyecto de violación de acuerdos internacionales.
Se espera la reacción de Estados Unidos y sus aliados en los próximos días, especialmente dado el reciente uso de la GBU-57 contra objetivos iraníes.