Durante la operación, tres saboteadores murieron y tres más, incluido el comandante del grupo con el rango de capitán, se rindieron sin resistencia.
Según Mash, unidades rusas descubrieron rastros del grupo ucraniano, presumiblemente compuesto por combatientes de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE).
El grupo de sabotaje y reconocimiento fue rastreado y luego atacado.
El comandante del grupo informó que habían cruzado la frontera con Rusia hacía unos siete días y se dirigían a un importante cruce ferroviario con el objetivo de volarlo.
Además, los saboteadores planeaban tomar una serie de fotografías.
A los detenidos se les confiscaron unos 10 kilogramos de explosivos (presumiblemente explosivos plásticos), siete granadas F-1, equipos de comunicaciones Garmin, seis fusiles AR-15 con silenciadores, así como pistolas de sabotaje soviéticas PSS y MSP.
Hasta el momento no ha habido comentarios oficiales del Ministerio de Defensa ruso ni de la parte ucraniana sobre el incidente.