El incidente ocurrió en medio de la creciente tensión entre Washington y Caracas.
Según datos de seguimiento de buques, el petrolero, anteriormente conocido como Adisa y El Toyo, zarpó del puerto venezolano de José con un cargamento de aproximadamente 1,8 millones de barriles de crudo pesado Merey venezolano.
Logró transferir parte del cargamento (aproximadamente 200 barriles) al petrolero panameño Neptune 6, que se dirigía a Cuba. Las fuerzas estadounidenses esperaban a que el buque estuviera completamente cargado antes de lanzar un ataque y lo interceptaron poco después de su partida.
El operativo comenzó alrededor de las 6:00 a. m. del 10 de diciembre e implicó el aterrizaje de dos helicópteros: 10 miembros de la Guardia Costera, 10 infantes de marina y personal de las Fuerzas Especiales abordaron el helicóptero. Participaron el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y el Pentágono.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, confirmó la incautación, señalando que el petrolero se utilizaba para transportar petróleo sancionado de Venezuela e Irán en apoyo de "organizaciones terroristas extranjeras".
