Y no por su ingenio, como alega él, sino por ser posiblemente el programa más sexista de la historia, según varias organizaciones feministas y el público de ese país.
La premisa del programa es sencilla: una mujer vestida con tan solo una bata de seda entra en una habitación oscura donde la esperan el presentador y un amigo que cambia cada semana. La chica se desnuda silenciosamente frente a ellos, que a continuación hacen un comentario de cada parte de su cuerpo.
El presentador danés, que se ha trasladado a Nueva York hasta que la polémica termine, considera que no hay ningún problema con el contenido de su programa. “La idea es dejar que los hombres hablen de los cuerpos de las mujeres desnudas mientras que ellas están frente a ellos. El cuerpo femenino desea palabras. Las palabras de un hombre". Para Blachman se trata simplemente de la obra de un genio que pretende admirar el cuerpo de la mujer sin caer en la pornografía. "Desagradecimiento es lo único que podemos vestir debajo de los pocos genios que viven en este país. Recuerden, les estoy dando algo que no han visto nunca. No hay que morder la mano que te da de comer", ha comentado.
No es el único que piensa así. La productora del programa Sofía Fromberg tampoco encuentra ningún fallo en el show. "Tenemos un programa que revela lo que los hombres piensan acerca del cuerpo de la mujer. Honestamente, ¿cuál es el problema con ello?", dijo al periódico británico The Sun.
Las respuestas del público han encendido las redes sociales contra Blachman y su creación. La blogera Lotte Hansen ha pedido a la cadena danesa que cancele el programa por ser "desagradable y una crueldad". La página web de belleza The gloss.com lo ha llamado "lo peor de la televisión". Y la psicóloga Dr Linda Papadopoulos ha tuiteado: "Justo cuando pensabas que la cosificación de la mujer no podría ser peor"