En el momento de la carga, en Taksim y en el campamento de Gezi había al menos dos mil ciudadanos, entre manifestantes y transeuntes. Tras media ahora advirtiendo de que "salgan mujeres y niños del parque", los policías sembraron el pánico cargando simultáneamente en todos los rincones de Taksim y Gezi.
Vehículos de asalto y más de siete vehículos de agua a presión convirtieron el centro del lado europeo de Estambul en una ratonera. En todas las calles aledañas, los policías cargaban contra los que habían huido. Se vivieron escenas de pánico, como cuando un manifestante se puso debajo de un vehículo de agua a presión para evitar que avanzara. El campamento se convirtió en una nube de gas pimienta.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aparentemente, había rebajado el tono de sus amenazas al admitir que esperaría a que se resolviesen las apelaciones de la causa judicial que bloqueó su proyecto de Taksim. Por su parte, la Platafoirma de Solidaridad con Taksim había convocado el sábado y el domingo asambleas de acampados para decidir el futuro de su acampada-protesta.
Perseverancia
Los "indignados" de la plaza Taksim y del parque Gezi de Estambul han anunciado una manifestación masiva para el domingo a partir de las 16.00, hora local (13.00 GMT) para recordar a los cuatro fallecidos en la ola de protestas que azota a Turquía desde hace más de dos semanas.
Erdogan había advertido horas antes del violento desalojo que la Policía desalojaría el domingo por la fuerza a quienes siguieran ocupando el parque Gezi de Estambul, centro de las protestas antigubernamentales que sacuden Turquía desde hace dos semanas. "Lo digo abiertamente. Si mañana está vacío (el parque), está vacío. Si no, las fuerzas de seguridad lo vaciarán. Este Estado no es vuestro juguete", anunció Erdogan en un mitin de su partido en Ankara.
El primer ministro emplazó a los ocupantes de la zona verde a marcharse y aseguró que el sitio pertenece a "todos los estambulíes y no a organizaciones ilegales".
Erdogan volvió a prometer que no emprenderá la reurbanización que implica la destrucción del parque hasta que los jueces determinen si el proyecto es legal y que, en cualquier caso, organizará una consulta popular.
"Si la gente dice que quiere el parque, lo dejaremos. Si la gente quiere el museo municipal, lo construiremos. Haremos lo que quiera el pueblo", prometió en referencia a uno de los posibles usos previstos para el edificio que sustituiría esa zona verde.
Arropado por decenas de miles de sus partidarios, Erdogán insistió desde un gran escenario que los manifestantes son extremistas que utilizan ese parque como excusa para atacarle.
"Respeto a los ecologistas. Pero esos no eran ecologistas. Detrás del telón del parque Gezi hay organizaciones ilegales", acusó el primer ministro, quien aseguró que la mayoría de los que hablan de ese espacio verde "nunca han estado allí".
El primer ministro turco acusó a los medios de comunicación nacionales e internacionales de ocultar la realidad, y a las redes sociales de haber "lanzado increíbles provocaciones con sus mentiras".
Entre gritos de "mantente firme", "no te doblegues" o "esta nación está contigo", proferidos por sus seguidores, Erdogan aseguró que "ha sido paciente" mientras los manifestantes cometían tropelías.
"Resistiremos con la ley, la democracia y los votos. Dentro de ocho meses les haremos pagar en las elecciones (municipales), ¿de acuerdo?", preguntó a una multitud que le jaleaba.