La revolución de la agricultura de los drones está en ciernes. Asociados hasta ahora a la guerra y el espionaje, estos pequeños aparatos inteligentes no tripulados empiezan a lavar su imagen con aplicaciones más cooperativas y útiles como las telecomunicaciones, la monitorización de la temperatura y el medio ambiente, la exploración de petróleo y gas y las coberturas televisivas, entre otras muchas funciones.
Una de las aplicaciones con más potencial, además de la seguridad pública, es la agricultura de precisión y la monitorización de los campos. Así lo asegura una investigación reciente de la Asociación para el Sistema Internacional de Aparatos No Tripulados (AUVSI).
La agricultura de precisión se refiere a la utilización de sensores remotos para escanear plantas y detectar si están sanas, su grado de hidratación y el ritmo de crecimiento. También comporta un uso selectivo de los nutrientes y los pesticidas que cada planta requiere, reduciendo así el coste y el impacto ambiental.
Según el estudio, “la repercusión económica de la aplicación de los drones en la agricultura de EE UU en el 2015 sería de 2.096 millones de dólares, además de la creación de 21.565 puestos de trabajo”.
El estado en el que mas impacto causaría sería California, a la cabeza de la producción agrícola norteamericana, con cifras estimadas en torno a los 367 millones de dólares y 3.774 nuevos trabajos.
Los drones podrían ser también la respuesta a la falta de mano de obra en el campo que padece California y que con el paso del tiempo se va a agravar en general. Así lo pronostica Young King, director del Bosh Precision Agriculture: “Para el 2050 habrá nueve billones de personas en el planeta y la agricultura tendrá que incrementar su producción. Hay muy pocos jóvenes interesados en trabajar en el campo y los trabajadores que se dedican a ello están envejeciendo. La tecnología puede dar respuesta a ambos retos”. Su compañía está desarrollando sistemas autónomos no tripulados para encontrar soluciones que permitan a los productores agrícolas incrementar las cosechas y reducir los costes.