Moisés Meraz-Espinoza entró al Departamento de la Policía de Huntington Park hace dos años y confesó haber asesinado a su madre, Amelia Espinoza, de 42 años de edad.

Los oficiales que entraron al apartamento de Maywood que el entonces trabajador de 18 años de edad compartía con su madre se encontraron con una grotesca escena. Un camino de sangre los condujo al baño, donde el piso y las paredes estaban cubiertos con plástico. Fue ahí donde encontraron una cierra eléctrica circular con pedazos de hueso, sangre y carne pegados a los dientes de la cierra. Cerca de ahí, en un congelador, la Policía encontró piel y músculos almacenados en bolsas de plástico. El cráneo de la mujer, con todos sus dientes sacados, sin ojos y dos cruces invertidas gravadas en la superficie craneal, estaba guardado en una mochila.

Los fiscales dicen que Meraz-Espinoza estranguló a su madre y luego desmembró su cuerpo como parte de un ritual satánico. Un jurado de Norwalk condenó a Meraz-Espinoza de asesinato en primer grado el pasado junio.

El juez de la Corte Suprema del condado de Los Ángeles Thomas I. McKew Jr. dijo que el asesinato fue uno de los peores “más desagradables, bizarros y vulgares casos” que él había visto durante sus 50 años que lleva trabajando como profesionista legal.

“No sé que decirte para que hagas un cambio en tu vida, pero tendrás mucho tiempo para pensar en ello” le dijo McKew a Meraz Espinoza.

Con un lado de su cabeza rasurado y con transas de casi un pie de largo que se extienden desde su cuero cabelludo, Meraz-Espinoza, de 21 años de edad, volteaba periódicamente a mirar a su padre y familiares en la corte.

De acuerdo a archivos de la corte, Meraz-Espinoza le confesó a su prima que había matado a su madre, diciendo que la había apuñalado y la había cortado en pedazos. Buscó la ayuda de su prima para deshacerse del cuerpo, pero ella lo instó a que se entregara a la Policía.

Los reportes iniciales especulaban que Meraz-Espinoza se encontraba deprimido debido a la reciente muerte de su novia cuando mató a su madre. La procuradora suplente de distrito Heba Matta, quien procesó el caso, dijo que Meraz-Espinoza fue más bien motivado por sus creencias satánicas, en las cuales estaba “fervientemente involucrado”.

Matta dijo que Meraz-Espinoza tiene numerosos tatuajes de imágenes satánicas, tales como cruces invertidas y la marca del “666” detrás de su oreja derecha. Las autoridades descubrieron su copia de la Biblia Satánica cerca de la escena del crimen. La fecha que escogió para estrangular y desmembrar a su madre, el 2 de febrero del 2011, también cae en un día en el calendario satánico que convoca a los seguidores de Satán a llevar acabo rituales de sacrificios humanos y de animales.

Su abogado defensor, Jonathan Roberts, dijo que los fiscales le dieron demasiada importancia a las prácticas de adoración satánica de Meraz-Espinoza y se basaron en viejas interpretaciones de la iglesia.

“La iglesia contemporánea de Satán no cree en el sacrificio humano,” dijo Roberts afuera de la corte. “Nunca pensé que un joven de 18 años adoptara los principios de una organización de 50 años de antigüedad”.

Roberts añadió que su cliente no contaba con la experiencia para desollar y desmembrar a una persona por sí solo e hizo referencia a las últimas declaraciones que Meraz-Espinoza dio a la Policía en las que aseguraba que otras dos personas habían estado involucradas en el crimen. El único papel que Meraz-Espinoza jugó fue ayudar a cortar en pedazos a su madre luego que esta fuera estrangulada, según dijo Roberts.

Los órganos internos de la mujer nunca fueron encontrados, dijo Matta.

El Diario