Las autoridades de Los Ángeles, en California, investigan la explosión el pasado domingo de una bomba fabricada con una botella llena de hielo seco y el hallazgo de otros dos artefactos similares en áreas restringidas del aeropuerto internacional de la ciudad.
Si bien de momento no se cree que se trate de actividad terrorista, la policía investiga quién pudo colocar las bombas en distintas áreas del aeropuerto a las que sólo tienen acceso los empleados del aeródromo.
Según explica desde Los Ángeles el periodista de BBC Mundo Jaime González, la bomba que explotó el domingo no produjo heridos y apenas perturbó el funcionamiento del aeropuerto.