La banquera urdió un sistema en el que concedía a personas inexistentes créditos para posteriormente quedarse con el dinero y gastarlo en casas de apuestas. Está imputada por los delitos de estafa, falsedad documental, suplantación de la identidad y estafa al Estado.
Y es que, "tras una larga y compleja investigación", las autoridades italianas, con el apoyo del banco estafado, descubrieron que entre 2004 y 2009 la detenida presuntamente se concedió un total de 25 créditos personales asignados a personas inexistentes mediante la alteración de documentos de familiares o de clientes de la sucursal.
Además, se descubrió en el curso de la investigación que la acusada, con ayuda de un ex compañero de trabajo, supuestamente percibió durante 14 años la pensión de una mujer fallecida en 1995. En este último caso, el robo a las arcas del Instituto Nacional de la Seguridad Social italiano (Inps) ha sido cuantificado en más de 165.000 euros (cerca de 230.000 dólares).