Cuando este acabado, previsiblemente en 2018 -aunque no es una fecha cerrada-, este rascacielos será el más alto del mundo, con unos mil metros (1.007, según la cifra oficial), casi 180 más que el Burj Khalifa (828 m.), la torre más alta en la actualidad. Será el primer edificio del mundo que llegará a la altura de un kilómetro.
La Kingdom Tower ha sido diseñada por Adrian Smith + Gordon Gill Architecture. Smith fue también el arquitecto principal del edificio Burj Khalida, cuando trabajaba para la firma Skidmore, Owings & Merrill, SOM.. En el proyecto inicial, se habló de alcanzar una altura de 1.600 metros, aunque posteriormente se revisaron los planos y finalmente se quedará en la cifra mágica del kilómetros, nunca alcanzada hasta ahora.
El edificio costará unos 1.200 millones de dólares, aunque esa cifra, de agosto de 2011, lógicamente puede cambiar en los próximos meses, a medida que avance la obra. Hay que tener en cuenta que se habla de al menos 63 meses de trabajo. Detrás, está el sueño del príncipe saudí Alwaleed bin Talal, sobrino del rey saudí Abdullah y uno de los principales inversores del mundo.
La torre albergará un hotel, oficinas, apartamentos y, como no podía ser de otra manera, el mirador más alto del planeta. En cuanto al diseño, sus creadores dicen que está inspirado en los pliegues de las hojas de la vegetación desértica. El edificio tendrá un muro exterior de alto rendimiento pensado para reducir el consumo de energía, y en cada uno de los lados habrá grandes terrazas sombreadas con vistas a la ciudad y al Mar Rojo.
Kingdom Tower será la pieza central -y la primera fase- de la Kingdom City, una nueva urbanización de más de 5,3 millones de metros cuadrados en el norte de Yeda, con vistas al Mar Rojo.