Meriam Yehya Ibrahim Ishag se casó con un hombre cristiano y fue condenada a morir en la horca por apostasía a principios de este mes, después de negarse a renunciar al cristianismo.
La justicia le ha permitido criar a su hija por dos años antes de que la sentencia de muerte se haga efectiva.
Nacida de un padre musulmán, Meriam Yehya Ibrahim Ishag fue condenada por un tribunal islámico.
Sudán es un país de mayoría musulmana y gobernado por la ley islámica.