Este único superviviente del magenta de un penique fue encontrado en 1873 por un escolar de 12 años en la Guayana, Vernon Vaughan, quien lo localizó entre unos papeles familiares y lo añadió a su colección de sellos sin sospechar del valor que la pieza alcanzaría. David Redden, director de proyectos especiales y del departamento de libros de Sotheby's, había definido esta pieza como «un objeto mágico, la definición misma de rareza y valor».
Trayectoria histórica
Vaughan vendió el selló a un coleccionista, la pieza llegó al Reino Unido en 1878 y poco después fue comprado por el conde austríaco Philippe la Renotière von Ferrary, posiblemente el mayor coleccionista de sellos más importante de la historia. Ferrary, austríaco de habla italiana y residente en París, había donado su colección al Museo Postal de Berlín, pero las autoridades francesas la confiscaron tras la Primera Guerra Mundial.
La colección fue subastada en diversas fases entre 1921 y 1926, y el sello fue comprado en 1922 por un millonario estadounidense. Después de pasar por otros propietarios, otro millonario estadounidense, John DuPont, pagó los 935,000 dólares anteriormente citados por el sello en una subasta en 1980, la última vez que este ejemplar único ha sido puesto a la venta.
El actual récord para un sello en solitario vendido en una subasta era del llamado «Treskilling Amarillo», un sello sueco de 1855 que se vendió por 2.2 millones de dólares en 1996. El récord para una pieza filatélica era para los cuatro millones de dólares pagados en 1993 por dos sellos de la entonces colonia británica de Mauricio de 1847 que fueron usados para un mismo envío. Ambos artículos formaban parte también de la antigua colección de Von Ferrary. Ahora,«Magenta de un penique de Guayana Británica» ha superado ambos récords.
ABC