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Lunes, 30 Junio 2014 03:38

"10 mujeres por cada hombre": The Villages, la ciudad del sexo Destacado

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El complejo The Villages es conocido como el Disney World  para las personas de la tercera edad. (55places)

En el imaginario colectivo está la idea de que la época de la jubilación es  tranquila, amable y sosegada. Sin embargo, los habitantes de The Villages no opinan lo mismo.

El complejo está  anunciado como una de las mejores ciudades para jubilarse del  mundo y es noticia recientemente porque, como ha publicado The Huffington Post, una pareja ha sido  detenida por practicar sexo en público. El 2 de junio, Margaret Ann  Klemm, de 68 años, y David Bobilya, de 49, fueron  acusados de exposición indecente y de conducta desordenada tras haber sido  pillados semidesnudos en una de las plazas de este complejo de  jubilados. A raíz del incidente, que no deja de resultar sorprendente en una  zona residencial de estas características, el Daily Mail ha indagado en  la cuestión y ha publicado un artículo en el que se revelan las principales  actividades a las que dedican su tiempo los habitantes de The Villages.

La intensa actividad sexual

Al parecer el caso de Klemm y Bobilya no es una excepción, ya que decenas de  parejas han sido vistas copulando al aire libre en este complejo residencial  para jubilados. Sin embargo, la policía ha intentado no dar eco a estos  incidentes por temor a ensuciar las bajas cifras de criminalidad de la  zona.

Según apuntan en el Daily Mail, los adolescentes rebeldes parecen  mansos en comparación con los jubilados de The Villages. El complejo es conocido  como el Disney World para las personas de la tercera edad y en él hay diez  mujeres por cada hombre. Existe, además, un mercado negro de  Viagra, cuya actividad es intensa y frecuente.

La policía se ha topado en numerosas ocasiones con ancianos borrachos  conduciendo carritos de golf, los cuales son el vehículo preferido en el que  mantener relaciones sexuales.

Además del sexo esporádico, las parejas que habitan en The Villages  han creado una fecunda comunidad de swingers, es decir, de  intercambio de parejas. Habla sobre ello un camarero de un restaurante  de la zona, al que pagaban 100 dólares por servir durante tres horas en una  fiesta privada para swingers. “Hay cosas que aún estoy intentado  olvidar”, cuenta el camarero al Daily Mail. “Sucedió una orgía en toda  regla”, entre personas de cincuenta y sesenta años, afirma el joven, que  concluye añadiendo: “Las viejas se acercan a mí todo el tiempo. No tienen  vergüenza”.

El recinto

Esta agradable comunidad de jubilados es, exteriormente, de lo más apacible.  Está rodeada de puertas de seguridad y los que la regentan la denominan como el  sitio más acogedor de la tierra. Se suceden, fila tras fila, una serie de  bungalows idénticos rodeados de jardines muy bien cuidados. Los nietos  no pueden permanecer allí más de tres días al año e incluso hay normas  que rigen cómo deben ser los adornos del jardín y la decoración navideña.

Los carritos de golf eléctricos, que a menudo lucen placas y banderas  personalizadas, son el vehículo preferido para los habitantes, ya que las  tiendas y los supermercados están a una cierta distancia.

Como se espera de un complejo para jubilados, existen en The Villages  numerosas instalaciones médicas, entre las que se incluye un centro de  enfermedades infecciosas al que los ancianos acuden para tratarse las ETS, en  caso de padecerlas.

Por la noche abren los bares y en las plazas del complejo se venden grandes  cantidades de alcohol barato. “Todas las noches son una noche  de sábado en The Villages y, además, ¿quién podría quedarse embarazada?”, bromea  un veterano.

La dinámica

Los habitantes de The Villages comparan la situación con la  infancia, consideran que siempre hay cosas que hacer, que es fácil  moverse por el complejo y que es como cuando uno es pequeño y le llaman sus  amigos para que baje a jugar.

En otro orden de cosas, la fiesta, la happy hour, el alcohol y el  sexo frecuente hacen que estos jubilados se sientan jóvenes de nuevo.

Las mujeres ponen mucho empeño en mantenerse en forma, ágiles y bellas.  “Todas las mujeres trabajan duro para lucir bien”, comenta Belinda  Barba, de 62 años. “Pero aquí va más allá de la presión social. Si  miras a otro lado durante un minuto, alguien tratará de robar a tu marido. Y es  que, con diez mujeres por cada hombre, una no puede permitirse el lujo de  despistarse”, afirma.

Todo está limpio y cuidado, la gente es amable y las relaciones sociales y  sexuales no cesan. Junto con la Viagra, la marihuana es otra sustancia  que pasa de mano en mano con alegría entre los jubilados residentes en  The Villages. Los ancianos apenas se avergüenzan de su actitud y muchos dicen  estar recuperando la juventud perdida. Así lo afirma Jan, un  expeluquero de 70 años: “Esto es el paraíso (…) Realmente, es como vivir en  Disney World”.

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