Después de varias audiencias en las que fue evidente el desacuerdo de la pareja en torno al lugar donde deben vivir los niños y la educación que necesitan, el juez de familia Ricardo Dutto los obligó a acudir una vez a la semana, durante un mes, sólo para leer.
Además del clásico “El Principito”, del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, los padres deberán leer la Convención sobre los Derechos del Niño y el libro “Ética para Amador”, del español Fernando Savater.
La pareja no puede evadir la sentencia, ya que será supervisada por una trabajadora social en una causa que sienta una original jurisprudencia en este tipo de conflictos familiares.