Una madre de tan solo 18 años ha sido detenida en el estado de Virginia, en Estados Unidos, después de tomar una foto donde su hijo de 14 meses aparecía colgado de un gancho y publicarla en Facebook. Esta joven se enfrenta a un juicio por abuso de menores tras haber pagado una multa de 2.500 dólares (1.999 euros), por colgar a su bebé del marco de una puerta.
En su defensa, la joven, Alexis Breeden, del condado de Spotsylvania (Virginia), asegura que solo estaba jugando con el niño, según recoge «Daily Mail». Por otro lado, La Policía acudió al hogar de la joven después de que el padre del menor subiera la fotografía a Facebook como venganza por una discusión con su pareja y para que esta tuviera problemas. Según los agentes, el padre, que vive separado de la madre, no fue partícipe cuando fue tomada la fotografía.
Los usuarios pusieron numerosas denuncias en la red social e incluso hicieron llegar la imagen a la página de Facebook del sheriff de la localidad, lo que llevó a la Policía de Virginia a examinar el archivo gráfico. Según ha comentado un sargento del cuerpo de policía, «se podía apreciar a un bebé colgado de un gancho que lloraba». «No dudamos en enviar inmediatamente la fotografía a la oficina del Sheriff».
Finalmente, la madre fue detenida aunque ha podido salir de la cárcel con libertad bajo fianza, al pagar 2.500 dólares (1.999 euros). Pero deberá enfrentarse a un juicio por abuso de menores. «La gente piensa que la fotografía es algo inmaduro y tonto pero no observan que pueda estar jugando con mi hijo...», se ha defendido la madre en las redes sociales, las mismas que han provocado su arresto. El niño, por suerte, no resultó herido, aunque con la «crueldad» del juego al que sometió a su hijo, puede suponerle terminar en prisión.
En la revista legal «Delitos informáticos» se avisa de que «si se suben fotos de nuestros hijos menores o familiares a Internet, podríamos estar vulnerando el derecho a la intimidad personal y familiar ya la propia imagen, que puede derivar en daños muy graves hacia nuestros hijos». Así que, aunque este caso ha sido llevado al extremo, con ejemplos como este los juegos con los menores pueden terminar con años de prisión o con suerte, con una copiosa multa.
ABC