Tanto el donante del riñón como su hermana mayor, que iba a recibirlo, han sido ya dados de alta. La familia decidió no arriesgarse y probar a transplantar el órgano dañado, prefiriendo esperar a que aparezca un riñón compatible. El pasado año murieron 136 personas en ese estado de Estados Unidos esperando un riñón.
Los administradores del hospital están ahora investigando qué es lo que ha ido mal para que se haya producido este error, que describen como "raro" y "muy grave".
El portavoz del hospital no ha dado detalles de cómo se dañó el riñón, ha sido uno de los médicos implicados el que ha asegurado que se debió a la acción de una enfermera que lo tiró a la basura.
No obstante, otra enfermera explicó al medio local The Toledo Blade que el cirujano al mando debería ser el responsable: "¿En qué parte del proceso de recuperación y la preparación de un riñón y su transporte está una enfermera involucrada? El que fuera el cirujano principal debe rendir cuentas".
El hospital ha suspendido de manera voluntaria el programa de donaciones de riñón y a dos enfermeras, aunque no al cirujano que extrajo el riñón, mientras investiga pormenorizadamente lo sucedido para evitar errores futuros. Su presidente ha transmitido sus "profundas disculpas" asegurando que "cuando se cometen errores, lo mejor es reconocerlos y decir que lo lamento profundamente".