La denuncia de Virginia Roberts, que tiene ahora 30 años y es madre de tres hijos, ha servido para reabrir el "caso Epstein" (condenado en el 2008 por pederastia a 18 meses de cárcel, reducidos al final a 13 meses) y amenaza con sentar en el banquillo a varios de sus influyentes amigos en las altas esferas de las finanzas, el entretenimiento y la política.
El Duque de York está aparentemente protegido por un acuerdo de inmunidad alcanzado con la fiscalía norteamericana en el 2007, aunque podría ser llamado a declarar en última instancia como testigo en un nuevo juicio contra Epstein.
Isabel II llama a su hijo
El Príncipe Andrés interrumpió sus vacaciones navideñas en la estación de esquí de Verbier, en Suiza, por petición expresa de su madre, Isabel II, que le llamó a capilla en el castillo de Windsor. Andrés defendió ante la Reina su "inocencia" en el caso Roberts, pese a la existencia de fotos en las que aparece agarrando por las caderas a la joven cuando trabajaba a los servicios de Epstein.
En su denuncia, Virginia Roberts asegura que entre 1999 y el 2002 trabajó como "esclava sexual" para la red de menores con la que Epstein agasajaba a sus amistades. Roberts asegura que fue "reclutada" a los 17 años por Ghislaine Maxwell, hija del millonario Robert Maxwell, que ejercía oficiosamente de "madame".
La joven alega que durante años fue la "masajista erótica" predilecta de Epstein en la "casa del pecado", como se conocía popularmente su mansión en Palm Beach. Roberts alega que fue forzada por Epstein a mantener relaciones sexuales con sus amigos.
'El príncipe parece interesado en ti...'
En el caso de Andrés, el "contacto" se produjo según ella durante una cena en la mansión londinense de Robert Maxwell. Ante la mirada insisitente de Andrés, que entonces tenía 41 años, el propio Epstein le susurró al oído a la chica: "El príncipe parece interesado en ti... Dale todo lo que te pida".
Según The Daily Mail, que ha vuelto a publicar estos días una entrevista con Virginia Roberts en el 2011, los dos se fueron a bailar esa noche al club Tramp, donde el príncipe inició supuestamente los avances sexuales de un modo muy explícito. Al día siguiente, el propio Esptein agradeció sus "servicios" con el pago del dinero estipulado y una palmadita en la espalda: "Lo hiciste bien, se ha divertido".
El Palacio de Buckingham ha negado reiteradamente que Andrés haya "mantenido ninguna forma de contacto sexual con Virginia Roberts". La Casa Real ha desmentido también rotundamente la información publicada por The Sun, que alega que la joven llegó a ser invitada por el propio Andrés a un acto oficial y llegó a estrechar la mano de la Reina.
El propio Andrés, de 54 años, se ha defendido en otra misiva inusualmente directa para un miembro de la familia real, y que difundió horas antes de regresar a Londres desde la estación de esquí suiza de Verbier. En el texto denuncia la falsedad de las acusaciones y niega con ahínco “cualquier contacto sexual o relación con Virginia Roberts”, la mujer que señala al príncipe como uno de los clientes de la red de “esclavas sexuales” supuestamente organizada por unos de sus grandes amigos, el financiero Jeffrey Epstein. Una foto tomada en 2001, y que muestra a Andrés abrazado a la cintura desnuda de Roberts, contradice la sugerencia de que el duque de York no la conocía.
Las acusaciones acaban de salir a la luz como parte de una demanda presentada ante un tribunal de Florida por Roberts y otras dos mujeres, quienes intentan revertir el acuerdo alcanzado en su día por la fiscalía y Epstein para limitar los cargos contra el empresario, acusado de abuso sexual de menores. A resultas, Epstein fue condenado en 2008 a 18 meses de cárcel, una pena que las demandantes cuestionan en su condición de víctimas, porque no fueron consultadas sobre aquel pacto extrajudicial del que su explotador se benefició.
Después de que Epstein expiara la pena en prisión, Andrés reanudó los contactos con su multimillonario amigo, tal y como confirman diversos testimonios gráficos. El empeño en mantener la relación con tan oscuro personaje ha acabado resultando letal para su reputación. El duque podría ser llamado a declarar por la fiscalía estadounidense en relación al caso, aseguraba ayer el diario The Times en una especulación que otros medios no consideran plausible al entender que el acuerdo extrajudicial acordado por Epstein hace seis años implicaría la inmunidad para los clientes de su red de prostitución.
La imagen de Andrés, en cualquier caso, ha quedado maltrecha. El testimonio que brinda Virginia Roberts en su entrevista con el Mail detalla su primer encuentro con Andrés en una cena en Londres en 2001, seguida de unas copas y baile en un club del exclusivo barrio de Mayfair y, finalmente, de su primer intercambio sexual. Antes de esa velada, la joven había sido llevada de compras por Ghislaine Maxwell, hija del fallecido magnate de la prensa Robert Maxwell y, según la denuncia depositada en el tribunal de Florida, la encargada de reclutar a chicas para la red de Epstein. “Tienes que arreglarte bien porque hoy vas a bailar con un príncipe”, habría espetado la supuesta “madame” a Roberts, que por aquel entonces tenía 17 años.
La polémica relación del duque con Epstein y su tendencia a utilizar su condición de miembro de la familia real para lucrarse personalmente condujeron a la Cámara de los Comunes a retirarle el título de representante especial del Reino Unido para el comercio exterior hace casi cuatro años. The Daily Telegraph, el más promonárquico entre los grandes diarios británicos, subraya sin embargo que el príncipe ha protagonizado a lo largo de 2014 casi siete decenas de compromisos oficiales en el exterior, incluidos viajes a Arabia Saudí, Bahrein y Kuwait. “Ha llegado el momento de que el segundo hijo varón de la reina abandone la escena pública”, escribía uno de sus periodistas, Chritopher Wilson, en un artículo publicado el domingo en lugar destacado. El periódico niega toda credibilidad a las alegaciones de Virginia Roberts, pero considera que por encima de todo se impone preservar la reputación de la institución monárquica.
La amistad de Andrés con Jeffrey Epstein fue cuestionada cuando éste fue condenado en 2008 por delitos sexuales.
No es la primera vez que la amistad del príncipe Andrés con el financista estadounidense Jeffrey Epstein, es motivo de titulares en los medios.
En 2011 el tercer hijo de la reina Isabel II tuvo que dejar su cargo de Representante Especial de Comercio e Inversión del Reino Unido después de que Epstein fue condenado por delitos sexuales en 2008.
El príncipe –cuyo título es duque de York– fue nombrado la semana pasada en documentos legales en un tribunal en Estados Unidos.
Una mujer alega que entre 1999 y 2002, cuando era menor de edad, fue forzada por Epstein a tener relaciones sexuales con el duque.