La casa real británica está pensando demandar a la revista francesa Closer por las fotos que ha publicado hoy viernes de Catalina Middleton en las que aparecer en top less junto a su marido durante unas vacaciones en Francia. "Se ha cruzado una línea roja", han declarado portavoces del palacio de Saint James, donde reside la pareja en Londres.Tradicionalmente, la familia real nunca emprender acciones legales contra los medios de comunicación, pero las imágenes son quizás las más intrusivas que haya sido publicada de un alto miembro de la familia real.

El testigo de Serbia del supuesto tráfico de órganos del que se acusa, desde la guerra de Kosovo, a la guerrilla kosovar, narró el lunes, en la televisión serbia (RTS), una escalofriante extracción de corazón sin que a la víctima se le hubiera ni siquiera anestesiado.

"Me dieron un bisturí", dijo el hombre. "Comienza, que no tenemos mucho tiempo", le ordenaron. "Puse mi mano izquierda sobre su pecho y comencé a cortar. (...) La sangre brotó", dijo el testigo, cuyo rostro estaba velado y cuya voz, modificada, era apenas audible.

"Desde que empecé a cortar se puso a gritar pidiéndonos que no lo destrocemos, que no lo matemos, y luego perdió conocimiento. No sé si se desmayó o estaba ya muerto, pues yo no era el mismo", agregó el hombre, que parecía hablar albanés y cuyas palabras fueron rotuladas en serbio.

El testigo precisó que la operación se llevó a cabo en la sala de clases de una escuela y que la víctima, de unos 20 años, fue inmovilizada por cuatro guerrilleros sobre tres carpetas que sirvieron de mesa de operaciones.