por la cantidad de 250 pesos, situación contemplada dentro de las leyes y reglamentos por los cuales se rige la Universidad de Guadalajara.
Según refiere la propia afectada, Silvia, el semestre fue transcurriendo sin que esta cuestión se resolviese, no obstante estar ella acudiendo con mucha frecuencia a la Secretaría tal como le era indicado: “ven el próximo lunes”, “ay, no fui al SEMS, vente el jueves”, y así por el estilo, hasta que llegaron los días del final del semestre y todo seguía igual. Es entonces, que al momento de que sus calificaciones debían asentarse en las respectivas listas, su nombre aparecía tachado con una línea de plumón negro , y cada maestro le fue diciendo que tenían instrucciones de la Dirección de la Preparatoria de la UdG, de no asentar su calificación hasta que les presentara la llamada “Orden de Pago” que incluyera los 250.00 pesos “de pago voluntario”, como prueba de que la matrícula, un arancel que debe pagar todo alumno de la UdG, estaba pagada; el problema es que este pago de matrícula, al imprimirse, viene acompañado por la cuota “voluntaria” de 250 pesos y es imposible imprimir sólo la matrícula, y es esto lo que en la Secretaría de la Preparatoria debían autorizar y hacer. Pues bien, alarmada, acudió de nuevo a dicha Secretaría, donde le indicaron que la solicitud debía hacerla por escrito, lo cual hizo de inmediato y lo sorprendente es que por escrito, firmado por el Director de la Escuela Preparatoria número 7 de la Universidad de Guadalajara, inexplicablemente e injustamente, y contrario a lo que dice el reglamente de la Universidad, le fue negada dicha exención de pago. Acudió al SEMS (Sistema de Educación Media Superior), donde, según la escuela, podían autorizar la exención, y allá le decían que esa era una cuestión que debía resolverse en la escuela; mientras tanto, el tiempo transcurría y los plazos para que le pusieran sus calificaciones se agotaba, lo cual finalmente ocurrió.
Analizando con su familia esta extraña y preocupante situación, viéndose impotentes ante un abuso que iba a tener como consecuencia que Silvia perdiera el semestre, decidieron, para tratar de evitarlo, presentar una demanda de Amparo ante un Juzgado Federal, sin imaginar que, a pesar de eso, al día de hoy, ha comenzado el quinto semestre sin que Silvia pueda ingresar a la Licenciatura en Historia, tal como era su deseo, y para lo cual, presentó su examen de ingreso a nivel Licenciatura, en el cual obtuvo una puntuación destacada y aprobatoria, y sin siquiera imaginar los extraños acontecimientos que han tenido lugar desde entonces; extraños, desagradables, inconcebibles, inimaginables, y por demás injustos, como el momento en el cual el Rector de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés Guardado, se dirigió a Silvia y a su mamá, de la manera más grosera imaginable, tratando primero de quedar bien con quienes se encontraban presentes en ese momento a la entrada de Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, posterior a que rindiera su informe de actividades en dicho recinto, y en donde Silvia, había acudido a protestar por medio de pancartas, ante la injusticia de que era objeto por parte de las altas autoridades universitarias, de no hay pago de cuota “voluntaria”, entonces no ingresas a estudios superiores.
La Universidad de Guadalajara recibe del pueblo mexicano, más de 8 mil millones de pesos anuales para su sostén, y una importante cantidad se destina al pago de los salarios de la burocracia dorada de la UdeG y para mantener los caprichos “culturales” de Raúl Padilla, por lo que la UdeG debe de expoliar a sus alumnos con cuotas supuestamente “voluntarias” para saciar el “cochinito” sin fondo de los que actualmente controlan de forma autoritaria y antidemocrática la Universidad de Guadalajara.
El abogado general de la UdeG practica “huizachadas” en el juicio de amparo que interpuso Silvia en contra del Rector Marco Antonio Cortés Guardado, retardando por meses cumplir con los diversos requerimientos que le ha hecho el juez de distrito para que remita los documentos que le han sido requeridos, por otra parte, a los profesores de la UdeG que tienen que declarar como testigos en el juicio de amparo, los aleccionan para que mientan en sus declaraciones que tienen que rendir y para con ello testificar en contra de Silvia.
El Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Administrativa y de Trabajo en el Estado de Jalisco, a cargo del juez, Juan Manuel Villanueva Gómez, a Silvia le han “perdido” dos discos CD que ofreció como medio de prueba.
Silvia ofreció como medio de prueba una noticia de Notisistema, que contenía una entrevista a Ruth Padilla, titular del SEMS, y pagó a Notisistema por la copia de la grabación, y es el caso que Notisistema alteró el contenido de la entrevista, ya que la grabación que entregó no correspondía a la entrevista de la fecha y hora determinada hecha a Ruth Padilla, sino que era otra entrevista a la misma Ruth Padilla, pero hecha en otra fecha, y que hicieron aparecer hecha en una fecha falsa.
La altas autoridades de la UdeG, como el Rector Marco Antonio Cortés Guardado, violan el mandato del artículo Tercero Constitucional, que tutela la educación pública y gratuita, al exigir cuotas obligatorias a sus alumnos encubiertas como aportaciones “voluntarias”, y con ello frenan el acceso a la educación de los jóvenes.
Aquí se describe enseguida con que criterios resolvió el asunto planteado en la Queja número 50/2014 el Magistrado Tomás Gómez Verónica, del Segundo Tribunal Colegiado del Tercer Circuito y los tentáculos de las influencias de Raúl Padilla López y Marco Antonio Cortés Guardado para perjudicar a la ex alumna de la Universidad de Guadalajara:
Que aproximadamente a las 14:30 catorce horas con treinta minutos del dos de enero de dos mil catorce, el funcionario judicial adscrito al Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito, el Licenciado Guillermo García Tapia, el cual fungió como Secretario de la Ponencia del Magistrado Tomás Gómez Verónica, se trató de disculpar o de excusar con la ahora ex alumna y quejosa en el juicio de amparo entablado contra la Universidad de Guadalajara y Marco Antonio Cortés Guardado, por haberse resuelto la demanda de amparo de forma desfavorable a la exalumna, diciéndole expresamente que dicha SENTENCIA DE AMPARO EN REVISIÓN SE HABÍA EMITIDO CON BASE EN CRITERIOS O PRESIONES POLÍTICAS y no con base en criterios basados en la legalidad y en la imparcialidad.
Aquí se describe esencialmente la conversación entre dicho Secretario y la ex alumna de la Universidad de Guadalajara:
Secretario del Segundo Tribunal Colegiado, Guillermo García Tapia: “Buenas tardes licenciada”.
La alumna: "Buenas tardes, yo no soy licenciada".
Secretario Guillermo García Tapia: “Ah, usted es la estudiante, ¿su hermana es la licenciada?”
La ex alumna: "Sí"
Secretario Guillermo García Tapia: “Algún día usted también será licenciada, en su campo, licenciada en historia”.
La ex alumna: (sólo sonríe)
Secretario Guillermo García Tapia: “Es una pena que en su asunto hubiera intereses políticos”.
La ex alumna: "¿intereses políticos?"
Secretario del Segundo Tribunal Colegiado, Guillermo García Tapia: “Si, yo pienso que en este país ya no debería de haber intocables, pero es una lástima que la corte le aplicara esa jurisprudencia."
"Mi hija (del Secretario) está teniendo un problema con que le pongan una calificación en inglés, y va y habla y nadie le resuelve… o le dicen que en el sistema no les permite; pero si el sistema lo manipula una persona, no sé porque se ponen en…”
La ex alumna: "¿en un pedestal?"
Secretario Guillermo García Tapia: “Sí, no deberían permitir a las instituciones eso. Es una pena lo de su asunto”.
La ex alumna: "Pues todavía está el incidente de suspensión, a ver qué pasa."
Secretario Guillermo García Tapia: “Sí, y también ha venido el abogado de la U de G, pero aquí no tenemos línea”. (Tratando de enmendar lo manifestado por él con anterioridad).