Jalisco cerró el año pasado con el mayor número de tomas clandestinas, por eso autoridades suman esfuerzos contra este delito
GUADALAJARA, JALISCO (09/JUN/2016).- Ante el incremento en la “ordeña” de ductos de Pemex, autoridades de los tres órdenes de Gobierno intensificaron los operativos para inhibir el robo de hidrocarburos, principalmente en los municipios de Tlajomulco, Zapotlanejo y Tala. Las acciones se reforzaron desde mayo, tras la reunión sostenida por el Grupo de Coordinación Interinstitucional. La preocupación es porque, en Jalisco, las tomas clandestinas aumentaron de 244 a 385 entre los años 2014 y 2015.
Para ello, “el personal que integra las diferentes corporaciones recibe capacitación para identificar los vehículos en los que se realiza el transporte de combustibles de manera legal y proceder contra quien realiza esta actividad fuera de la ley”, confirma la Procuraduría General de la República. Ese Grupo está compuesto por la Policía Federal, Fiscalía de Jalisco, Secretaría de Movilidad y las Policías de Guadalajara, Tlaquepaque, Zapopan, Tonalá, Tlajomulco y Zapotlanejo.
A la par, la autoridad advierte del incremento en las sanciones por este delito. La nueva Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos estipula que “se impondrá de siete a 14 años de prisión y multa de siete mil a 14 mil días de salario mínimo a quien, con conocimiento de que se lleve a cabo algún delito objeto del presente ordenamiento, facilite, colabore o consienta que lo realice en su propiedad… o no lo denuncie a las autoridades correspondientes”.
Mientras especialistas afirman que este ilícito no puede cometerse sin la complicidad de los propios empleados de Pemex, la paraestatal anunció en 2015 que buscaría desalentar la “ordeña” de sus ductos con una nueva estrategia efectiva: “Pemex transportará por sus ductos exclusivamente gasolinas y diésel aún no terminados, que en esta etapa no son aptos para su uso en vehículos y plantas industriales. Ahora la mezcla final se llevará a cabo directamente en las terminales de almacenamiento de Pemex en el país, previo a su entrega a vehículos automotrices e industrias”.
Por eso recomendó a los usuarios no adquirir gasolina o diésel fuera de los distribuidores autorizados, pues los combustibles sin terminar pueden dañar a los motores. Sin embargo, Reynaldo Maldonado Arroyo, académico de la UdeG y quien laboró durante 12 años en el Instituto Mexicano del Petróleo, indica: “Debemos adaptar las terminales para recibir ese producto así (sin terminar), luego hacer el mezclado correcto y mandarlo a la venta. Pero para instalar todos los equipos se requiere una inversión muy grande, por eso se ha atrasado la estrategia”. El producto no terminado no tiene el antidetonante, un químico que se adiciona para evitar las explosiones en los motores. Es la mejor medida contra el crimen.
El Informador