Bajo la sombra de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López ha levantado un emporio universitario conformado por 15 empresas, las que ampara bajo el pretexto de promoción cultural y académica para impedir el pago de impuestos e inclusive impedir la transparencia en la rendición de cuentas, considerando que trabajan con dinero público.
Por si fuera poco, el líder moral de los universitarios en complicidad con el Consejo General Universitario está desviando dinero de las utilidades de las empresas parauniversitarias para el pago de la deuda del Auditorio Telmex, no obstante, habían indicado que el contrato que hicieron son Carlos Slim serviría para liquidar pagos.
Quedan muchas dudas en torno a la aplicación de recursos y de hecho cinco empresas se reportan en quiebra al no generar utilidades, mientras que el resto destina sus ganancias al Auditorio Telmex, por lo que se desconoce cuánto realmente deben ya que en el 2009 la deuda era superior a los siete millones de pesos y en contraparte se cuentan millones de ingresos en empresas como la FIL, Club Deportivo UdeG y Hoteles Villa Montecarlo y Villa Primavera.
El emporio «Padillista»
Una empresa parauniversitaria es aquella que es constituida dentro de una universidad. A diferencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de Guadalajara (UdeG) ha hecho de la academia y la cultura un modus para hacerse de ganancias que dicen ellos mismos destinan a la propia Máxima Casa de Estudios de Jalisco.
El emporio «padillista» está constituido por 15 empresas: Editorial Universitaria, Uniclub, Servicios Universitarios, Auditorio Telmex, Uniterra, Latino Fusión, Centro de Estudios para Extranjeros, Feria Internacional del Libro, Proulex, Calle 2, Hoteles Villa Montecarlo y Villa Primavera, Club Deportivo UdeG, Operadora de Estacionamientos, PIXVS e IM-PRO. Desde su concepción quien fuera rector de la Universidad de Guadalajara –en el periodo 1989-1995- ha fungido como presidente del Corporativo de Empresas Universitarias, cargo que le quiso arrebatar el entonces rector Carlos Briseño Torres en el 2008, esto para regresar el patrimonio a la administración directa de la Máxima Casa de Estudios.
Cabe recordar que en el mes de agosto del 2008, el extinto Carlos Briseño Torres nombró al doctor Armando Macías presidente del Corporativo de Empresas Universitarias, a quien le ordenó revisar con lupa cada una de ellas, especialmente la Feria Internacional del Libro (FIL), al considerar que Padilla López no reportaba las ganancias a la universidad.
«Me comprometo a mantener la FIL, pero no me comprometo a que permanezca Raúl Padilla López a cargo de la misma. Todos los ciclos inician y tienen que cerrarse. Sin embargo, aún no he tomado una determinación», amenazaba al líder moral del Grupo UdeG. Posteriormente es destituido de su cargo y no hubo cambios en el Corporativo de Empresas Universitarias. Ser presidente del Corporativo de Empresas Universitarias representa manejar alrededor de 500 millones de pesos, según información que se desprendió de la solicitud de transparencia hecha por AHORA JALISCO sobre los ingresos que de cada una de las parauniversitarias.
Gracias al control férreo que mantiene el licenciado Raúl Padilla López dentro del Corporativo de Empresas Universitarias fue considerado entre los 300 líderes más influyentes por la revista Líderes Mexicanos y ésta lo califica como el principal promotor de la cultura de México.
Dudas en convenio con Carlos Slim
El Auditorio Telmex es el primer edificio del Centro Cultural Universitario en donde también albergarán Biblioteca Pública del Estado, así como todo un complejo comercial y de vivienda, salas de cine y teatros. Así lo explicaba Fernando Favela, quien se convertiría en director general del Auditorio Telmex, antes conocido como Auditorio Metropolitano.
El Auditorio Telmex nace para convertirse en el referente de los espectáculos en Jalisco, aunque se mueve bajo el disfraz de promotor de la cultura con conciertos de los Tigres del Norte, Luis Miguel, Paquita la del Barrio y en fin personajes del mundo de la farándula.
Cabe recordar que este auditorio fue inaugurado el primero de septiembre del 2007 con un presupuesto de gasto de cerca de 500 millones de pesos, aportados por la Universidad de Guadalajara y los gobiernos de Jalisco y de Zapopan, costo que fue justificado por los universitarios al indicar que es necesario crear infraestructura cultural para posicionar a Guadalajara en el círculo cultural del mundo. Ese primero de septiembre del 2007 hubo sorpresas por el presidente del Corporativo de Empresas Universitarias, Raúl Padilla López, a escasas horas de su inauguración, anunciaron el cambio de nombre del auditorio, de Metropolitano a Telmex.
Antes en el mes de abril del 2007 los universitarios ya estaban preparando el terreno para rentarle el nombre al hombre más poderoso y más rico de México, Carlos Slim, ya que según documentos de la versión pública del contrato que celebraron la Universidad de Guadalajara y Teléfonos de México (Telmex), fue en el mes de abril del 2007 cuando hicieron modificaciones a actas constitutivas de la Universidad de Guadalajara en el apartado de empresas universitarias.
Aunado a lo anterior, en la copia del contrato que tiene AHORA JALISCO en su poder, se demuestra en el apartado II titulado El representante de la Universidad de Guadalajara, declara en su inciso C que las empresas de la UdeG tienen por objeto realizar actividades teatrales, festivales, eventos culturales y artístico así como espectáculos multidisciplinarios. Es por eso que el 24 de abril del 2007 hicieron modificaciones para poder ceder los derechos del nombre a un particular, documento que se realizó en la auditoría del diputado federal priísta Artuto Zamora Jiménez. Como se dijo anteriormente, cinco meses después anunciaban el cambio de nombre.
De acuerdo a las cláusulas, del contrato Slim-UdeG, al ceder los derechos del nombre también pusieron a disposición los espacios publicitarios tanto del exterior como el interior del inmueble y además Telmex tendrá el derecho incondicional de modificar la denominación del Auditorio Telmex, sin que mermen sus ganancias.
Las reglas de este convenio son claras al demostrar que se hizo en plena ventaja para el empresario Carlos Slim, pues pagó por el nombre a cambio de llevar a cabo mínimo 70 funciones o eventos anuales, según el convenio. Asimismo es dueño de la suite tipo A por los 22 años que Raúl Padilla le rentó el nombre del auditorio.
AHORA JALISCO consiguió copias del contrato vía Transparencia, sin embargo, presenta opacidad al detallar el monto que pagó Carlos Slim a Raúl Padilla por los derechos del nombre. Esa cantidad se depositó a la Universidad de Guadalajara en dos pagos, uno el 31 de diciembre del 2007 y el último el 31 de marzo del 2008.
Según la respuesta de Transparencia e Información Pública, que se desprendió del oficio SVDE/338/11, el dinero que pagó Telmex por el nombre se destinó como aportación para la construcción del Centro Cultural Universitario y para el equipamiento de la Operadora Auditorio Metropolitano, pero no lo demuestran con copias de las facturas que también fueron solicitadas por este medio de información.
Por lo anterior, quedan dudas en torno a esta venta, a se desconoce cuánto dinero pudo ingresar a la Universidad de Guadalajara o si realmente ingresó el pago del empresario Carlos Slim. La justificación de la Unidad de Transparencia es que la información del pago requiere de consentimiento de las personas físicas o jurídicas.
Triangulan recursos
Según la información que proporcionó el arquitecto Mauricio de Font Réaulx Rojas, director general del Centro Cultural Universitario, el costo total de la construcción del Auditorio Telmex fue por la cantidad de 409 millones 751 mil 278 pesos. Como se dijo párrafos anteriores, la UdeG, el gobierno de Jalisco y el municipio de Zapopan aportaron juntos 500 millones de pesos, según que ellos mismos divulgaron. El equipamiento del mismo Auditorio Telmex fue por la cantidad de 90 millones 91 mil 37 pesos y se supone lo pagaron de los ingreso de la cesión del nombre a la empresa Teléfonos Mexicanos. Pese a estas cifras, el director general del Centro Cultural Universitario informa que hay un adeudo por siete millones 274 mil 18 pesos. Con respecto al pago de los adeudos se desconoce por qué existen ya que este centro de espectáculos tiene trabajando tres años. Además, al hacer una investigación sobre los egresos de las 15 empresas del Corporativo Universitario se destinan al pago de la dicha deuda.
La información que recabó AHORA JALISCO da muestra de los malos negocios en cinco empresas que no generan utilidades y que por consiguiente son improductivas y se pueden ir a la quiebra, ya que del presupuesto público cada año destinan dinero para mantenerlas. Se trata de Latino Fusión, a la que le invierten más de dos millones 644 mil pesos y no genera utilidad alguna.
A la anterior, le sigue PIXVS, que se dedica al diseño de software, de esta informan que no genera utilidad por ser de creciente creación. A Uniclub le inyectan una inversión de más de 12 millones de pesos y aunque no es de reciente creación tampoco genera utilidades. Lo mismo sucede con Uniterra, mejor conocida como Inmobiliaria Universitaria tampoco es productiva y por lo regular recibe al año dos millones de pesos para poder operar. Impro genera utilidades a pesar de trabajar con ingresos de hasta 37 millones de pesos. Esta información corresponde a los ejercicios del 2009 y 2010. En un momento determinado, en septiembre del 2010 Tonatiuh Bravo Padilla, rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), subrayó que en los presupuestos que aprueba el Consejo General Universitario está consignado desde la constitución del corporativo la generación de ganancias y si no se cierran las empresas que no tienen rentabilidad. Pero las otras 10 empresas del Corporativo Universitario sí generan utilidades, pero al momento de preguntar a dónde destinan estos recursos. Lo que significa que todos los dividendos de la FIL, del Club deportivo Universidad de Guadalajara, Hoteles Villa Montecarlo y Villa Primavera y del resto se destinan a una deuda que se desconoce si existe o no, considerando que Carlos Slim pagó el equipamiento y hasta parte de esas deudas.
«Todas las ganancias que se obtienen, que son cercanas a los 40 millones de pesos, se reinvierten y se distribuyen en los programas institucionales de la Universidad», le refutó a Alonso Ulloa Vélez, secretario de Promoción Económica, posiblemente sin saber que estas utilidades se van al Auditorio Telmex.
Eventos políticos
A pesar que el Auditorio Telmex fue construido para promocionar los eventos culturales y artísticos, Raúl Padilla López le ha abierto las puertas a los actos meramente políticos. Solo basta recordar que el mismo año de su inauguración en ese escenario tomó protesta como presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), César Barba Delgadillo, en noviembre del 2007.
Posteriormente, Javier Guízas Macías, hacía lo propio en el 2008 al tomar protesta como presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI). De acuerdo a información oficial, que se desprende de la factura 252 del Auditorio Metropolitano, por la renta se pagó sólo 51 mil 750 pesos, precio pactado por el Comité Ejecutivo Nacional, estando Beatriz Paredes al frente.
Y como olvidar la celebración del 81 aniversario del PRI en el Telmex. Llevado a cabo el 4 de marzo del 2010 y donde se dio cita la clase política del tricolor, con ánimo renovado por triunfos electorales del 2009. Se dieron cita personajes como Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones. Fue allí también donde la misma Beatriz Paredes calmó las aspiraciones para la gubernatura de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
EL DATO
El emporio «padillista» está constituido por 15 empresas: Editorial Universitaria, Uniclub, Servicios Universitarios, Auditorio Telmex, Uniterra, Latino Fusión, Centro de Estudios para Extranjeros, Feria Internacional del Libro, Proulex, Calle 2, Hoteles Villa Montecarlo y Villa Primavera, Club Deportivo UdeG, Operadora de Estacionamientos, PIXVS e IM-PRO.
Me comprometo a mantener la FIL, pero no me comprometo a que permanezca Raúl Padilla López a cargo de la misma. Todos los ciclos inician y tienen que cerrarse. Sin embargo, aún no he tomado una determinación.
Carlos Briseño
Ex rector de la Universidad de Guadalajara
Las empresas con pérdidas
Ahora Jalisco da muestra de los malos negocios en cinco empresas que no generan utilidades y que por consiguiente son improductivas y se pueden ir a la quiebra, ya que del presupuesto público cada año destina dinero para mantenerlas. Se trata de Latino Fusión, a la que le invierten más de dos millones 644 mil pesos y no genera utilidad alguna.
A la anterior, le sigue PIXVS, que se dedica al diseño de software, de esta informan que no genera utilidad por ser de creciente creación. A Uniclub le inyectan una inversión de más de 12 millones de pesos y aunque no es de reciente creación tampoco genera utilidades. Lo mismo sucede con Uniterra, mejor conocida como Inmobiliaria Universitaria tampoco es productiva y por lo regular recibe al año dos millones de pesos para poder operar. Impro genera utilidades a pesar de trabajar con ingresos de hasta 37 millones de pesos. Esta información corresponde a los ejercicios del 2009 y 2010. Por Dolores Casas Contreras – AJ
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LOS RICOS DE LA UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
Muy a su manera, los funcionarios del círculo de poder de Raúl Padilla demuestran que la casa de estudios –manejada convenientemente– sí puede ser fuente de riqueza. A continuación, un breve repaso de su camino al éxito.
La entronización del exrector Raúl Padilla López en la Universidad de Guadalajara (UdeG) le ha permitido a él y a sus colaboradores cercanos monopolizar puestos administrativos y políticos, y en consecuencia elevar su nivel de vida, en algunos casos de paupérrimo a opulento.
Considerado por sus detractores como un hombre inteligente pero maquiavélico y manipulador, Padilla es propietario de una casa en la calle Francisco de Quevedo 132, que adquirió el 17 de mayo de 2006 –según la escritura 3307– en 1 millón 800 mil pesos. Actualmente él vive en otra residencia, en la calle San Juan de los Lagos 111, y posee un departamento en la calle Victoria, cerca del Parque Los Colomos.
Una propiedad de mil 500 metros cuadrados, en Pinar de la Venta, aparece a nombre de su madre, Abigaíl López, quien la habita. Padilla comenzó a construir esa finca cuando era rector. El encargado de construirla, con recursos de la universidad, fue el entonces director de Servicios Generales y hoy presidente del PRD Jalisco, José Antonio Magallanes Rodríguez.
Padilla, quien dirigió la UdeG de 1989 a 1995, nació en Guadalajara en 1954, estudió en el Colegio Cervantes, en la Escuela Preparatoria para Trabajadores y en la Facultad de Filosofía y Letras, donde obtuvo la licenciatura en historia en 1977.
Antes de ser nombrado rector, presidió la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), y fue director del Departamento de Intercambio Académico (DIA), con un sueldo de 25 mil pesos mensuales en ese tiempo. Esa área después la transformó en el Departamento de Investigación Científica y Superación Académica (DICSA), donde tras su salida se dieron a conocer irregularidades administrativas.
En la actualidad es presidente de alrededor de 15 empresas parauniversitarias, entre ellas la Feria Internacional del Libro (FIL) y el Centro Cultural Universitario, donde se encuentra el muy exitoso Auditorio Telmex. Aparentemente por esos cargos no recibe sueldo alguno.
En la página de Transparencia de la UdeG se informa que Padilla López percibe 27 mil 962 pesos al mes como profesor investigador titular C del Departamento de Estudios de la Cultura Regional, aunque no tiene posgrado.
Leobardo Alcalá
Uno de los alfiles del exrector es su primo hermano Leobardo Alcalá Padilla, hijo de Rosa, hermana del papá de Raúl. En tan sólo dos años como director de los Hospitales Civiles, el también exregidor priista Alcalá adquirió tres inmuebles con un valor total de 2 millones 663 mil 266 pesos.
El 12 de julio de 2004, Alcalá compró una lujosa finca en la calle San Juan Bosco 4794, en Jocotán, por 1 millón 530 mil pesos. Curiosamente, la vendedora, Claudia González Velasco de Vargas, había comprado esa propiedad a Saúl Vargas Velis en 619 mil 750 pesos, es decir que el valor catastral de la finca se multiplicó en sólo cuatro años.
El 26 de diciembre de 2006, cuando era regidor electo de Guadalajara, Alcalá se hizo de dos departamentos de lujo por 1 millón 133 mil 266 pesos en total.
De acuerdo con la escritura 49998, Alcalá Padilla, junto con su esposa Patricia García de Quevedo Machain y sus dos hijas, compraron a Ceica Construcciones e Inversiones Campero, S.A. de C.V., el departamento número 15, Torre C, del condominio Torres Campero, ubicado en Pablo Neruda 3245 y 3235, por 566 mil 633 pesos.
En la misma fecha su familia adquirió otro departamento, el número 5, pero esta vez en la Torre B, por otros 566 mil 633 pesos, según el folio real número 2201165 de la Dirección del Registro Público de la Propiedad. En ese año, como director de los Hospitales Civiles, Alcalá percibía bastante menos de los casi 82 mil pesos que actualmente gana el titular de esa dependencia, Jaime Agustín González Álvarez, de quien el primo de Raúl Padilla es consejero con un sueldo actual de 23 mil 864 pesos, según se informa en la página de Transparencia del nosocomio.
El primer cargo importante que ocupó Alcalá Padilla en la UdeG fue la secretaría de la Facultad de Medicina, donde ganaba 11 mil pesos (cifra actualizada). Después ascendió a la dirección. Ahora vive en una casa de 600 metros cuadrados en el fraccionamiento San Wenceslao, de Paseo de los Virreyes.
Algunos conocidos de Alcalá dicen que sus orígenes son humildes. Pasó su niñez en Tlaquepaque; su mamá era la encargada de una farmacia; su papá, un hombre de rancho, trabajó como chofer de Raúl Padilla. Después la familia se mudó a la casa de su tía Bertha Padilla –hermana de Raúl Padilla padre–, en la avenida Tepic, inmueble que ahora aloja consultorios médicos.
La tía Bertha puso la finca a nombre de la mamá de Leobardo Alcalá antes de huir al extranjero, tras cometer un millonario fraude con el truco de las pirámides, a principios de los años noventa.
Alcalá posee otra casa en la calle de San Ramón Nonato, casi esquina con Lázaro Cárdenas, y un departamento de 135 metros cuadrados en el condominio La Flojera, frente al mar, en Manzanillo, que vale 219 mil dólares (2 millones 847 mil pesos).
Este patrimonio, comparado con los sueldos como funcionario público, da la impresión de que Alcalá es un extraordinario administrador de su dinero; sin embargo, cuando fue director de los Hospitales Civiles nada hizo por defender la herencia de alrededor de 800 millones de dólares que en partes iguales un filántropo le dejó al nosocomio y a la Delegación Guadalajara de la Cruz Roja. De manera extraña, el doctor Alcalá dejó perder tal herencia, lo mismo que hizo Pedro Villaseñor al frente de la Cruz Roja (Proceso Jalisco 82).
Raúl Vargas
El actual diputado local por el PRD Raúl Vargas López, también médico, tuvo que trabajar de bolero en su niñez, pero hoy es propietario de al menos tres terrenos que hace 10 años le costaron 789 mil 410 pesos, según las correspondientes escrituras públicas.
Originario de Tepic, Nayarit, de recién casado vivió en la calle Penitenciaría 678, barrio de San Antonio. El conserje del edificio, don Pascual, se acuerda que, en 1987, Vargas pagaba 700 pesos al mes por la renta de un departamento de una recámara y con sala-comedor.
Alguien que conoce a Vargas desde su juventud lo describe como “un mediocre que se la pasaba pegado a Arturo Plascencia”, un líder estudiantil. “Era prácticamente el chalán de Arturo, quien formó parte del grupo de Jorge Segura”, a su vez exrector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS). En aquellos tiempos Vargas rentaba una modesta vivienda en el número 20 de la calle Guillermo Prieto.
Asumió su primer cargo importante en la UdeG en 1989, cuando fue nombrado director de la Facultad de Medicina, con un sueldo que, actualizado, sería de 25 mil pesos mensuales. A partir de 1993 fungió como coordinador ejecutivo del CUCS, y desde el siguiente año y hasta 1997 se desempeñó como el primer rector de ese centro universitario.
Posteriormente fue nombrado director general de los Hospitales Civiles y su sueldo subió al doble de lo que ganaba como rector, pero dejó el cargo en 2000 para ser candidato a la gubernatura por el PRD. En 2001 regresó a la rectoría del CUCS y permaneció ahí hasta 2004. De 2006 a 2007 fue vicerrector ejecutivo de la UdeG, donde percibió alrededor de 35 mil pesos, sin contar su antigüedad.
Actualmente, Vargas López vive en una magnífica residencia con accesos por la calle Juan Pablo número 389 y por Beristain de Souza 391. Ahí, cada miércoles realiza una tertulia con sus amigos más cercanos, entre ellos Leobardo Alcalá, Carlos Orozco, Enrique Solórzano y Juan Armendáriz Borunda.
En la página de Transparencia de la UdeG, Vargas aparece con un salario de 25 mil 636 pesos como profesor e investigador titular C en el departamento de Salud Pública del CUCS, categoría que requiere al menos 40 horas a la semana según el tabulador del sindicato de académicos (Staudeg). Es difícil que cumpla ese horario porque es diputado local y coordinador de su bancada, con un sueldo de 77 mil 650 pesos mensuales.
Antonio Magallanes
Dirigente del PRD en Jalisco desde febrero de 2009, Antonio Magallanes Rodríguez vivió primero en casa de su abuela, ubicada en la calle Ciprés, de la popular colonia Morelos. Cuando contrajo matrimonio se fue a vivir a la calle Isla Gomera, en Jardines de la Cruz; después se mudó a casa de su suegro –donde después vivió Raúl Padilla– en la calle Griegos 120 esquina con Fenicios, de la colonia Altamira. Tiene otra casa a la vuelta de dicho domicilio, en Fenicios 293, y es dueño de un edificio de departamentos en Romanos 1230, casi esquina con Américas, en la misma colonia.
El 9 de mayo de 1988 adquirió un lote de 405 metros cuadrados en el exejido El Colli, en Zapopan, por el que pagó 1 millón 620 mil pesos, como se indica en la escritura 16450. En ese predio tiene uno de los dos viveros en los que produce flor de nochebuena.
Magallanes adquirió el 8 de febrero de 1990 el “terreno número 13, de la manzana uno, del fraccionamiento Industrial Periférico Norte, con una superficie aproximada de 765 metros cuadrados”, se lee en la orden 285450 del Registro Público de la Propiedad. Ahí tenía su imprenta Punto y Coma. Cuando Padilla era rector, esa empresa era la única proveedora y se benefició de contratos millonarios, como se detectó en una auditoría federal que se realizó a petición del exdiputado federal perredista Gilberto Parra.
En 1998, Magallanes era secretario general del Staudeg y compró un terreno, aledaño al primero que adquirió en El Colli, por 179 mil pesos, como señala la escritura 1020. Por ese cargo no percibió sueldo formal, pero fue señalado de adquirir esa propiedad con recursos provenientes de las cuotas sindicales.
Magallanes, exdiputado federal del PRD, es además propietario de un rancho de aproximadamente tres hectáreas en Copala, ante de llegar al basurero de Picachos por la carretera a Colotlán, donde también cultiva flor de nochebuena.
En la nómina de la universidad, Magallanes aparece como profesor e investigador titular B del Departamento de Mercadotecnia y Negocios Internacionales, donde gana 21 mil 654 pesos al mes. Y efectivamente, a él y al director de Finanzas de la UdeG, Gustavo Cárdenas Cutiño, se les identifica como encargados de los negocios personales de Raúl Padilla desde que éste dirigía el DICSA.
Actualmente una hija de Magallanes, Natalia Elena, recibe una parte sustancial de los contratos de la UdeG para trabajos editoriales (Proceso Jalisco 212).
En cuanto a Cutiño, quien siempre ha mantenido un bajo perfil, compró su primera casa en el Álamo Industrial, pero el 26 de abril de 1989 adquirió un terreno de 200 metros cuadrados en el fraccionamiento La Estancia, en la calle Héctor Berlioz esquina Tchaikovsky (orden 435164 del Registro de la Propiedad).
“El Atenguillo”
El secretario general de la UdeG, José Alfredo Peña Ramos, El Atenguillo, es propietario de un predio rustico de 19 hectáreas denominado Playa del Pinar, en el municipio de Mascota. A juzgar por la escritura 47809, el 11 de marzo de 2003 el notario público 143, Alejandro Organista Zavala, le vendió a Peña Ramos esa propiedad en la ridícula cantidad de 2 mil 913 pesos.
También es propietario de tres casas: una en la colonia Cruz del Sur, otra en el Club Privado Atlas Colomos y una más en la colonia Prados Vallarta que utiliza para las reuniones del sanedrín, conocida como La Menudería. Tiene además un ostentoso rancho en su pueblo natal.
El Atenguillo es considerado como el brazo operador de Padilla entre el estudiantado; es decir, se encarga de imponer a los candidatos de la FEU. Peña es tan cercano al también exrector Trino Padilla López –hermano de Raúl– que “se dicen hermanos y acuden los sábados a la Estancia Gaucha a emborracharse”, dice un conocido de ambos.
Samuel Romero Valle
En sus tiempos de estudiante de medicina, Samuel Romero Valle vivió en la calle 56. Su familia tenía dos dulcerías, una en San Juan Bosco y otra en el mercado Corona. En mayo de 1989, fue detenido junto con sus hermanos por comprar cigarros robados. Salió a los tres días por petición de Raúl Padilla al juez que llevaba el caso.
Romero Valle tiene un rancho de varias hectáreas en San José de Gracia, su tierra natal, donde hay cientos de cabezas de ganado fino. La finca recuerda a las antiguas haciendas, pero su fachada es una burda copia del Partenón.
El camino que conduce al rancho está en excelentes condiciones. La plazuela y la iglesia lucen esplendorosas con el remozamiento que se les hizo hace poco. Más allá de esas áreas, todo parece deteriorado.
En González Ortega 294, esquina con Garibaldi, en pleno centro de la ciudad y a una cuadra de la Preparatoria de Jalisco, Romero Valle posee una vieja casona remodelada de gran valor y que, a decir de gente cercana a él, es ante todo un museo.
También posee una residencia lujosa en el coto Las Palmas, a un lado del Club Atlas Colomos. Antes de su jubilación de la universidad, Romero Valle fue el operador político de Padilla cuando éste se desempeñó como diputado local y regidor de Guadalajara.
Gabriel Torres Espinoza
Un personaje imposible de omitir en este recuento es Gabriel Torres Espinoza, vicerrector de la UdeG en el corto rectorado de Carlos Briseño Torres y uno de los que lo habrían empujado a emanciparse de la tutela de Padilla López. No obstante, apenas fueron destituidos ambos, Torres le dio la espalda a Briseño y ahora es jefe del proyecto televisivo de la casa de estudios.
És propietario de un predio en Paseo del Cortijo, en Tlajomulco de Zúñiga, que en 2007 valía 700 mil pesos, así como de una vivienda en Plaza Guadalupe de 1 millón 200 mil pesos y un menaje de casa por 400 mil pesos. Además tiene una casa de descanso en Cuyutlán, Colima, y hasta hace poco era dueño de al menos siete vehículos, entre ellos un Mercedes Benz 2003.
Gloria Reza M.