“Porque ven a un americano y aunque el americano trate de hablarles en español y hace lo más posible, ellos agarran dinero bajita la mano y ya entonces si le entienden pero si no, no le entienden. Te digo porque aquí viene un muchacho que habla mucho español el otro día le robaron su celular y no, le dijeron trae un traductor si quieres”.
Dice que la única opción de los americanos y canadienses para frenar los abusos es llamar a un traductor o amigos mexicanos para que les ayuden a entenderse con la autoridad pero no siempre están disponibles y deben pagar mordidas para recibir la asistencia que debe ser gratuita. (Por Víctor Montes Rentería)
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