Según los altos funcionarios del Poder Ejecutivo, los legisladores pidieron que de este crédito también se canalizaran cerca de 600 millones de pesos para rescatar financieramente al Congreso del Estado y que al menos 350 millones de pesos quedaran en caja para que el siguiente gobierno pudiera ejercerlos.
Ante estas propuestas, aseguraron, el gobernador no estuvo dispuesto a pagar el costo político de un desvío de recursos para el uso de los diputados y tampoco de la contratación de una deuda que ejercería su sucesor, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
En el peor de los escenarios, señalaron que se dejaría de pagar el crédito quirografario dentro del plazo establecido y se empezarían a cubrir mensualidades con un “interés alto”, de las cuales sólo dos (enero y febrero) serían responsabilidad de González Márquez.
La posibilidad de que el mandatario estatal enfrente un juicio político tampoco es un factor que pueda modificar su postura, toda vez que el castigo al que pudiera ser acreedor sería su inhabilitación. Según las fuentes consultadas, Emilio González Márquez ya no está interesado en trabajar en la función pública.