La pieza de Ismael Vargas, ubicada en el camellón de Federalismo, fue usada como "tendedero": ayer amaneció con zapatos y ropa colgada.

Además, a la escultura que forma parte del programa de Arte Urbano y que tuvo un costo de 5.2 millones de pesos, se le arrojó pintura verde y negra.

Personal de Mantenimiento Urbano acudió a retirar los objetos colgados y a limpiar la pieza, que causó rechazo entre grupos católicos por considerarla que agrede a la fe.

Esta es la sexta ocasión, según registros de MURAL, que la pieza es vandalizada desde su instalación, el 14 de agosto de 2017 y de acuerdo con información del Municipio, sólo se ha interpuesto una denuncia por el daño.

El 30 de agosto una persona fue detenida cuando intentaba vandalizar la escultura y aunque ese día el "ataque" se detuvo, el 14 de septiembre la base de concreto amaneció con cuatro cruces blancas y la palabra "pu..." inscrita en la pieza.

El 19 de septiembre "Sincretismo" sufrió el daño más grave: se le arrojó pintura impermeabilizante para teñirla de color rojo.

Esto provocó que se tuviera que hacer una intervención especial para restaurar la pieza, inclusive, en la limpieza participó personal del escultor, quien corrió con los gastos.

Debido al rechazo de la escultura, los grupos católicos han organizado diversas manifestaciones para exigir su retiro, en una de estas muestras, el 14 de octubre, uno de los asistentes dañó la pieza y fue detenido por elementos de la Policía de Guadalajara.

Fernanda Carapia, Mural