Según la información difundida a los medios de comunicación, los cuerpos se encontraban al interior de un congelador industrial localizado en una casa de seguridad en la colonia Ribera del Pilar, en el citado municipio ribereño, de la que no se precisó la ubicación exacta.
Hasta el pasado fin de semana sólo se habían identificado nueve de 18 cadáveres abandonados al interior de dos camionetas con reporte de robo, en tanto que algunas personas, cuyos familiares se encuentran desaparecidos, son sometidas a pruebas de ADN, para determinar si alguno de los fallecidos se encuentra entre los ejecutados.
Por su parte, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) detuvieron en el municipio de Tala a Juan Carlos Antonio Mercado, “El Chato”, de 27 años de edad, presunto líder de una célula de la alianza Zetas-Milenio, que fue presentado ante los medios de comunicación la noche del pasado sábado, en las instalaciones de esa dependencia.
Las autoridades estatales indicaron que fue uno de los autores del secuestro de más de una docena de personas que mantenían retenidas en una casa de seguridad en Ahuisculco, en Tala. Con su captura suman seis las detenciones relacionadas con esos plagios y con la muerte de 18 hombres, cuyos cuerpos fueron mutilados y abandonados el nueve de mayo.
El detenido -contra quien existía orden de aprehensión-, dijo que desde mediados de abril su grupo delictivo comenzó a “levantar” personas al azar y que el objetivo era asesinar a los secuestrados y abandonar sus cuerpos el día 10 de mayo, para “causar terror” entre la población. Reconoció que luego de la escapatoria de varios de los plagiados, el ocho de mayo y la presencia de la Policía Estatal en Tala, les impidió cumplir con su plan.
Ese día, la SSP detuvo a Laura Rosales Sánchez, de 25 años de edad, quien fue plenamente reconocida por los secuestrados como una de las personas que los mantenía privados de la libertad en una casa de seguridad de Ahuisculco y a su vez proporcionó información de vital importancia para detener a otras personas ligadas con ese ilícito, entre ellas “El Chato”, quien reconoció que iban a ejecutar a los plagiados:
“No pudimos porque estaba lleno de Policías Estatales, que ya nos andaban siguiendo los pasos”.
Reveló que después de acabar con las víctimas, tenían la intención de abandonar sus cuerpos en los Arcos del Milenio. Una acción similar ocurrió el 24 de noviembre pasado, cuando el mismo grupo delictivo (Zetas-Milenio) dejó en el citado lugar 26 cadáveres en el interior de tres vehículos.
“El Chato” o “El R-8” reconoció que su jefe es un individuo al que sólo identifica como “Fernando” o El R-2. Dijo que en días pasados, junto con César Alejandro Rodríguez, alias “El Moco”, acudió a retirar dinero de un cajero automático al interior de una sucursal bancaria del municipio de Tala y que la tarjeta bancaria que usaron pertenecía a una de los hombres secuestrados en Ahuisculco, dijo que “El Moco” había participado en cinco “levantones”.
El 10 de mayo en un domicilio de San Nicolás de Ibarra, en el municipio de Chapala, la SSP aseguró un arsenal que supuestamente pertenecía al mismo grupo delictivo y que estaba conformado por 10 rifles de asalto AR-15 y AK-47, de cuatro pistolas y cinco granadas de fragmentación.
El viernes 11, a las tres de la mañana, la SSP capturó en Tala a Ramón Parada Talamantes de 44 años de edad; a César Alejandro Rodríguez Cervantes, de 20 años; a Héctor Manuel López Santiváis o Santibañez, de 31 años y a Milton Eribaldo Castro Vega, de 21 años, a quienes se les aseguraron varias armas y 30 kilogramos de mariguana.
Según las declaraciones de los detenidos, la consigna era dar muerte a 50 personas en una acción de venganza contra el cártel de Sinaloa por el hallazgo de 23 presuntos integrantes de los Zetas, en un hecho ocurrido en abril pasado, en el municipio de Nuevo Laredo Tamaulipas.