El estado de cuenta se presenta hasta el pasado 30 de septiembre, es decir, son deudas que hereda la Administración del ex alcalde y gobernador electo Aristóteles Sandoval y de Francisco Ayón, quien se quedó a cargo los últimos meses.
La página web del Ayuntamiento registra que se debe pagar de inmediato 870 millones de pesos, de los cuales 419 millones de pesos son para liquidar a proveedores, casi 57.5 millones por pagar a corto plazo a contratistas por obra pública y más de 40 millones en transferencias por pagar a corto plazo.
También están casi 338 millones por retenciones y contribuciones y cerca de 13 millones por concepto de servicios personales, aunque las cantidades son aproximadas.
Respecto a la deuda que arrastra la actual Administración, el coordinador de regidores panistas del Ayuntamiento tapatío, Alberto Cárdenas Jiménez, dijo que los regidores, el máximo órgano de gobierno, no tienen una idea clara de cómo está la deuda del municipio.
“El caso es que, si no sabemos ya hoy, a cien días de gobierno de Guadalajara, con total claridad cuánto deben, a quién le deben, cuál es el periodo de cobros que vienen, a qué partidas que aprobamos en presupuestos le van a morder, a quién le van a quitar para pagar esos endeudamientos, este ocultamiento de información está haciendo que no tengamos un ejercicio adecuado en el cabildo, porque por más que nosotros, desde el primer día, hemos insistido en querer conocer la deuda total de Guadalajara, aún no la conocemos”.
Consideró que lo que se ha visto hasta ahora de los municipios de la zona metropolitana es “una característica común: opacidad, ocultamiento de información, verdades a medias, mentiras que no se sostienen ya”, y señaló que no quieren una sorpresa como la del “Moreirazo”.
Alberto Cárdenas dijo, que de acuerdo a información con la que cuentan, la deuda podría ser mayor a los tres mil 540 millones de pesos. Señaló que esperarán lo que resta de la semana para recibir información exacta, de lo contrario, seguirán cauces legales, “no buscamos cualquier indicio para hacer escándalos. No nos gusta ese papel, nos gusta apoyar a que mejore la calidad de vida de los ciudadanos, pero esto que sucede, estos enredos que traen, esas colas largas que todavía no acaban de acomodar, obviamente, nosotros no vamos a ser tapadera de nadie, sea quien sea. Debemos frenar la corrupción y ganarle terreno a la opacidad”, señaló.
Fuente: Milenio