Es decir, 93.6 por ciento del total se adjudicó de forma directa o a través de concurso por invitación, según consta en las actas de las 18 sesiones que desarrolló hasta ese mes la Comisión de Adjudicación de Obra Pública (CAOP).
De un total de 250 obras contratadas hasta octubre de 2011, la Comisión licitó sólo 16 por un monto de 1,088 millones 610,142 pesos. Una de éstas fue el primer paquete del programa de repavimentación con concreto hidráulico de avenidas de la ciudad, que se adjudicó a Cemex Concretos, SA de CV, por un total de 909 millones 735,759 pesos.
De las otras 234,179 fueron por asignación directa, por un monto de 236 millones 598,348 pesos, mientras que para las otras 55, en que se invirtieron 200 millones 609,881 pesos, se utilizó el concurso por invitación.
En lo que se refiere a la Secretaría de Obras Públicas de Guadalajara, en su página oficial, reporta que durante 2011 se adjudicaron de manera directa 138 obras —proyectadas por la dependencia—, por 169 millones 778,119 pesos. Otras 37 fueron sometidas a concurso por invitación, por 137 millones 951,782 pesos. Entre ambos casos la suma da un total de 307 millones 729,901 pesos, de 440 millones 393,480 pesos que la dependencia municipal tuvo como presupuesto en 2011.
Lo anterior indica que la dependencia no licitó 69.8 por ciento de las obras, lo que contraviene lo establecido en la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados a las mismas.
De acuerdo al artículo 43 de esta ley, la suma de los montos de los contratos que se realicen al amparo de éste no podrá exceder de 30 por ciento del presupuesto autorizado a las dependencias y entidades para realizar obras públicas y servicios relacionados con las mismas en cada ejercicio presupuestario.
Además, la Comisión de Adjudicación de Obra Pública realizó convenios adicionales que provocaron un aumento de 47 millones 311,793 pesos en el costo original de 19 obras, a los cuales hay que sumar las “modificaciones a autorizaciones anteriores”, que incrementaron en seis millones 491,271 pesos los costos de cuatro obras.
Algunos de los convenios aumentaron en más de 100 por ciento el presupuesto contratado de manera inicial, como en el caso de la rehabilitación de la fuente y glorieta Niños Héroes, la cual se adjudicó a la empresa Dicob, SA de CV, en la sesión extraordinaria número diez, en la que la CAOP realizó un convenio por dos millones 505,564 pesos, por lo que el contrato pasó de dos millones 73,301 pesos a cuatro millones 578,866 pesos.
En la sesión 14, la CAOP modificó el costo de la obra de rehabilitación de imagen urbana del camellón de Pablo Neruda, a través de un convenio por dos millones 243,793 pesos, que representa un incremento de 90.50 por ciento respecto al costo original: la obra pasó de dos millones 479,230 pesos a cuatro millones 723,024.
Otra de las obras modificadas fue la del paso a desnivel de Circunvalación y Ávila Camacho, la cual en su contrato original tenía un costo de 78 millones 763,273 pesos, que luego, a través de un convenio modificatorio por 23 millones 887,492 pesos —30.33 por ciento más—, quedó en 102 millones 650,765 pesos.
De acuerdo a la Ley de Obra Pública del Estado de Jalisco, en el capítulo IV, de la Modificación del Contrato de Obra Pública, en su artículo 73 establece: los entes públicos pueden modificar los contratos de obra pública mediante convenios bajo su responsabilidad. Los convenios considerados conjunta o separadamente, no deben rebasar el 25 por ciento del monto pactado en el contrato ni implicar variaciones substanciales al proyecto original, ni celebrarse para eludir en cualquier forma el cumplimiento de la ley.
Otra de las obras que no fue licitada —aprobada en noviembre pasado, cuya acta de sesión aún no se encuentra en la página de la CAOP— es el proyecto de la ciclovía de avenida Washington, la cual tuvo un costo de más de seis millones de pesos. Fuente: Milenio, Yenzi Velázquez.
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Durante 2011, el Ayuntamiento de Guadalajara violó su propio reglamento de obra pública, al adjudicar trabajos de forma directa cuando rebasaban el tope permitido de dos millones 444 mil pesos.
En la lista figura la repavimentación de La Minerva que costó 20 millones de pesos y la primera etapa de la nueva Academia de la Policía Municipal, de 22 millones.
Habla el secretario de Servicios Municipales, Mauricio Gudiño: “En este en este caso eran obras para los juegos panamericanos, donde lo que no teníamos era tiempo para hacer un proceso de licitación”.
Obras como la repavimentación de Medrano se hicieron bajo dos modalidades: un concurso por invitación de cuatro millones 244 mil pesos y una adjudicación directa por 989 mil pesos.
El Ayuntamiento de Guadalajara evitó licitar el 74 por ciento de los contratos de obra pública asignados el año pasado y optó por adjudicaciones directas, pese a que el artículo 107 de la Ley de Obra Pública del Estado de Jalisco señala que los contratos deben adjudicarse por regla general a través de una licitación.
Según las actas de la Comisión de Adjudicación de Obra Pública, entre enero y octubre las secretarías de Obras Públicas y de Servicios Municipales sólo licitaron el seis por ciento de sus contratos, entre estos: la repavimentación con concreto hidráulico de 21 avenidas a Cemex por más de 909 millones de pesos.
Las obras realizadas sin licitación ascienden a 245 millones de pesos. (Por Mireya Blanco)
Fuente: Notisistema
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Entre baches y deudas
15 de octubre de 2011 ·
Edicion Jalisco, Proceso
Regidores panistas del ayuntamiento de Guadalajara y sus correligionarios en el Congreso local están indignados contra Aristóteles Sandoval. Lo acusan de endeudar al municipio durante los próximos 20 años al concertar un crédito por mil 100 millones de pesos para el rencarpetado de 21 arterias tapatías antes de los Juegos Panamericanos. Las obras, dice, no sólo no se concluyeron, sino que aun hoy se desconoce el manejo de los recursos. Lo peor, la ciudad está llena de baches.
Las obras de repavimentación de 21 calles y avenidas de Guadalajara están plagadas de irregularidades: opacidad financiera, ausencia de bitácora y de presupuestos desglosados, subcontrataciones de empresas cercanas a colaboradores del alcalde tapatío Aristóteles Sandoval y aun sobreprecios comprobados de hasta 30%, sostienen diputados y regidores panistas.
Cuando Aristóteles Sandoval las publicitó, en marzo pasado, aseguró que eran “las obras más grandes en la historia de la ciudad”, incluso detalló que el ayuntamiento pidió un prestamo de mil 100 millones de pesos a Banorte, lo que lo convirtió en el municipio más endeudado del país con pasivos de 2 mil 680 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Y mientras documentos obtenidos por este semanario revelan que la obra tuvo un costo por metro cuadrado de mil 278 pesos, los entrevistados insisten en que los trabajos se realizaron con sobreprecio de 300 millones de pesos, muy por encima de los que se cotizan en Tlajomulco, Tlaquepaque y Zapopan, los otros municipios metropolitanos
“En otras palabras, puedo asegurar que Aristóteles Sandoval se los está robando, llevando o ahorrando para su posible campaña (a la gubernatura)”, comenta el diputado panista Héctor Álvarez Contreras.
Entre las empresa beneficiadas destaca Cinco Contemporánea, subcontratada por Cemex, propiedad de Rodrigo Ramos Garibi, quien fue socio inmobiliario de Mauricio Navarro Gárate, secretario de Promoción Económica del ayuntamiento tapatío, asienta Álvarez Contreras en un informe elaborado por sus asesores y que próximamente hará público.
Su correligionario José Antonio de la Torre Bravo comenta que “cuando se adquiere concreto en altos volúmenes se acostumbra un descuento que oscila entre 10 y 40%, pero en este caso no fue así, por lo que se dejaron de ahorrar entre 15 y 61 millones de pesos. “Con esa cantidad pudo haberse repavimentado otra avenida de Guadalajara”, dice el legislador.
Más cauto, el coordinador de los regidores panistas y presidente de la Comisión de Obra Pública, Ricardo Ríos Bojórquez, sostiene que aun cuando el precio por metro cuadrado es de mil 148, sólo se sabrá si existió sobreprecio o no cuando se desglosen los costos.
Por lo pronto, las dudas se multiplican: “Dicen que el SIAPA (Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado) absorbería el costo de la restauración de redes hidráulicas, pero como el SIAPA no tenía dinero, todo indica que el ayuntamiento absorbió los gastos, lo que seguramente encareció las obras”, expone.
Según Ríos Bojórquez, las lluvias recientes provocaron inundaciones en puntos focales de avenidas recién inauguradas, entre ellas Enrique Díaz de León y Ávila Camacho, donde se taparon bocas de tormentas. “¿Acaso hubo mala planeación?”, se pregunta.
Las dudas
Documentos obtenidos por medio de la Ley de Transparencia indican que en las 21 calles se colocó concreto premezclado con resistencia de 150 kilogramos por centímetro cuadrado y un espesor de 20 centímetros con un grado de +1, con base de grava de un cuarto a tres cuartos, tepetate y cal, con una sub base de arena compactada y “Rev. 10 Clae. Grado A no bombeable”.
En la calle Administradores, de Zapopan, se colocó concreto de 20 centímetros en una extensión de mil 420 metros cuadrados a un costo de 569 pesos por metro, y en la avenida Clouthier cruce con Guadalupe, el costo fue de mil 183 pesos por metro cuadrado; mientras que en Tlaquepaque, en la avenida Gobernador Curiel, se trabajó en 24 mil metros cuadrados; ahí, precisa, el costo del concreto hidráulico de 25 centímetros fue de mil 53 pesos por metro cuadrado, menor al contratado por el ayuntamiento de Guadalajara.
Y aun cuando esos datos son interesantes, “no bastan para hacer una comparación. Sólo tendremos certeza (de las erogaciones) cuando el ayuntamiento diga que pasó con cada centavo. Y es que cada obra, cada calle y cada suelo son distintos, por eso la comparación no puede hacerse así”, insiste Ríos Bojórquez.
Y añade: “Debemos saber cuánto costó quitar la tierra; si las tuberías las colocó el SIAPA o el ayuntamiento; cu
ánto dinero aportó el ayuntamiento, en caso de que se haya encargado del tendido de las tuberías; saber dónde lo hizo; si el costo fue de base y sub base”.
El regidor insiste en que las autoridades deben informar también quién se encargó de aplanar la tierra y cuánto costó esa operación; qué tipo de piedra se colocó; cómo se erigieron los castillos, el concreto que se utilizó, así como los costos que implicaron el balizamiento, el calafateo, la señalética y la supervisión de la obra, entre otros factores.
“El ayuntamiento debería desglosar todos y cada uno de esos conceptos para quitarnos de incertidumbres”, reitera el presidente de la Comisión de Obra Pública.
El diputado Héctor Álvarez muestra a Proceso Jalisco cotizaciones de Cemex, así como un presupuesto para demostrar “la diferencia abismal” entre los costos del pavimento tapatío y los del municipio de Zapotlanejo, donde se colocó losa de concreto de 20 centímetros de grosor cuya resistencia es de 300 kilos por centímetro cuadrado, el doble de resistencia del que se utilizó en las arterias de Guadalajara.
En Zapotlanejo, dice, el costo fue de 705 pesos por metro cuadrado e incluyó trazo, nivelación, corte de terreno, mejoramiento de terreno natural, elaboración de base, losas de concreto y machuelos. La cotización fue certificada por el notario Elías Morán González.
El diputado José Antonio de la Torre Bravo señala que en la repavimentación de las 21 avenidas tapatías se presume corrupción, ineficiencia y opacidad:
El ayuntamiento pidió un préstamo de mil 100 millones de pesos, lo que representa 33% de su presupuesto total, para ejecutar trabajos en 33 calles y avenidas –que finalmente se redujeron a 21–,de los cuales sólo quedan 909 millones. Y es ahí donde saltan dudas: ¿Dónde están los otros 200 millones?, comenta el legislador.
Agrega: “Otros contratan con menos volumen y les sale más barato. ¿Por qué no hubo descuento en la pavimentación? El descuento es una práctica habitual; también saltan dudas sobre la supervisión de la obra, pues ahí la empresa subcontratada se lleva 2% del total”.
El regidor Ríos Bojórquez reitera que mientras no se presente un informe detallado de cuánto se gastó en cada concepto de la obra “no habrá oportunidad de aclarar si hubo o no precio justo. Eso nos preocupa porque –dice– es una deuda que pagaremos los tapatíos en los próximos 20 años”.
Se queja también porque no se informó a la Comisión de Adjudicación de Obra Pública de Guadalajara sobre esa adjudicación directa:
“Dijeron que por la premura del tiempo sólo ellos alcanzaban a sacar la obra; nunca estuve de acuerdo. Por eso me abstuve de votar. Cemex no mete pavimentos de mala calidad. Jamás se desprestigiarían con eso; por ahí no va el asunto. Las dudas de varios actores sociales son respecto a las empresas subcontratadas.”
Contrato nebuloso
El 28 de marzo último, el ayuntamiento de Guadalajara y Cemex firmaron un contrato por 909 millones 735 mil pesos para repavimentar con concreto hidráulico un paquete que comprende 21 avenidas y calles tapatías. Las especificaciones técnicas y tecnológicas se ciñen a la norma N-CTR-CAR-1-04-009/06 definida por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
La superficie abarca 711 mil 846 metros cuadrados e incluye las siguientes vialidades: Circunvalación Agustín Yáñez, Marcelino García Barragán, Enrique Díaz de León, Belisario Domínguez, calzada Juan Pablo II, Circunvalación División del Norte, Prolongación Alcalde, Pablo Valdez, Circunvalación Oblatos, Artesanos, avenida del Mercado, Esteban Alatorre, Valentín Gómez Farías, Ramón Alcorta, Joaquín Amaro, Sor Juana Inés de la Cruz, Juan de Dios Robledo, Patria, Pedro García Conde, Ávila Camacho y Pablo Neruda.
Quedaron pendientes arterias o parcialidades de avenidas, como la lateral sur de Lázaro Cárdenas, entre el Mercado de Abastos y los Arcos del Milenio, donde el deterioro del pavimento, sobre todo en el primer carril, es notable, lo que dificulta el tráfico de camiones pesados que circulan por ahí.
En sus 42 cláusulas, el contrato detalla que Cemex presentaría 21 proyectos ejecutivos y se compromete a no recibir ningún anticipo, así como a presentar las fianzas de cumplimiento o vicios ocultos de 10% de la obra (que puede cobrarse en los próximos dos años). El presupuesto incluye también gastos directos e indirectos y señala que la subcontratación de empresas puede realizarse sólo con autorización del ayuntamiento.
El 3 de junio Cemex envió un oficio a Mauricio Gudiño, secretario de Servicios Públicos Municipales, en el cual le proporciona los nombres de las compañías subcontratadas:
“Aprovecho este conducto para enlistar las empresas constructoras de Guadalajara con que actualmente estamos trabajando y colaboran con ese proyecto: Maquobras; Ingeniería y Tecnología Asociada; Cinco Contemporáneo; Constructora y Pavimentadora Vise; Trama Constructora y Maquinaria; Constructora Ral de Occidente; Breysa Constructora; Grupo Constructora Chang, y Constructora Martín River”.
El diputado Álvarez sostiene que entre los altos costos de la repavimentación hay 411 millones de pesos en suministro y colocación de losas de concreto, 101 millones en infraestructura sanitaria, 86 millones en señalamiento y protección de obra y 51 millones en infraestructura hidráulica.
“Además, en señalética (colocación de rótulos y banderas en los sitios en los que se realizan las obras) Guadalajara gasta 86 millones de pesos, lo que equivale a 9.4% del total del contrato, cuando en una obra normal el porcentaje es de 1%”, apunta.
Álvarez asegura que el crédito de mil 100 millones de pesos servirá para pavimentar 1 millón de metros cuadrados, apenas 4% de la superficie total de rodamiento del municipio. “Es mínima en comparación con la superficie total que se encuentra en mal estado”, agrega el legislador.
Y se lanza contra el alcalde tapatío: “Para disfrazar los costos y las adjudicaciones de las obras, así como su calidad, Aristóteles Sandoval ordenó la creación de la Contraloría Social Municipal que él mismo iba a presidir, aunque a la hora de la hora se echó para atrás.
“Seguro pensó en que si algo salía mal o si se descubrían los costos fraudulentos e inflados por las obras de concreto hidráulico, tendría a quién culpar, como siempre lo ha hecho, y salir limpio de los turbios manejos que él mismo ha ordenado a sus subalternos.”
–¿Hay sobreprecio en la obra, como sostiene Héctor Álvarez? –pregunta el reportero al regidor Ríos Bojórquez.
–La opacidad permite sospecharlo. Parece que hubo ineficiencia y sobreprecio en la obra, pero aún no tenemos los elementos para asegurarlo. Necesitamos explicaciones; y en caso de que haya habido sobreprecio y corrupción estaremos actuando por la vía legal. Por lo pronto, hay serias sospechas y dudas, así como un fuerte reclamo social.
Ríos Bojórquez lamenta que el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) se haya abstenido de participar en la Contraloría Social de Guadalajara que vigilaría estas obras, por la opacidad con la que se conduce el ayuntamiento.
El diputado José Antonio de la Torre critica a Aristóteles porque, dice, se empecina en ocultar información y por adjudicar a Cemex la obra de manera directa con el pretexto de que era la única empresa capacitada para terminar los trabajos antes de la inauguración de los XVI Juegos Panamericanos, cosa que no sucedió.
“La opacidad de Guadalajara ha sido sistemática y preocupa que ni el mismo alcalde tenga control de su gente y de lo que sucede en el ayuntamiento”, dice el legislador.
Mala estrategia
Horacio Villaseñor, experto en administración pública, subraya que aun cuando la decisión de repavimentar con concreto es correcta, no debió hacerse en el corto plazo.
“Debió hacerse a largo plazo para evitar empréstitos, con tiempos adecuados y finalizar con finanzas sanas y sólidas. Las obras debieron hacerse hace cinco años, no al cuarto para las 12. No puede justificarse la deuda por una manita de gato apresurada. Además, la adjudicación directa por razones de urgencia no se encuentra en ninguno de los supuestos previstos por la Constitución nacional”, dice.
El regidor panista de la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción, Sergio Sánchez, señala: “Ocupamos la nada honrosa primera posición en materia de corrupción. Mil 100 millones no es nada mínimo. Se han hecho señalamientos de compras a sobreprecio y urge que se rinda cuenta de cada centavo”.
Critica al alcalde tapatío porque, arguye, no tiene claro que los recursos públicos se manejan de manera transparente. Él insiste en el manejo oscuro, quizá con la intención de sustraer parte de ese dinero, expone Sánchez.
Su colega Vanesa Pérez Rubí también arremete contra Aristóteles Sandoval. Ella pide “que desparezca la figura de la oficina de Combate a la Corrupción, pues la zarina (Martha Susana Rodríguez Aceves) no ha hecho nada relevante. ¡Que mejor se cree una junta ciudadana que no dependa de ningún grupo político!”.
El 9 de junio, Óscar Benavides, presidente de Coparmex Jalisco, se pronunció sobre el tema: “Hay pocos lugares para la ciudadanía en la Contraloría Social. No se puede saber en qué y cómo se gasta cada peso, porque los mil 100 millones de pesos de Guadalajara no son poca cosa”.
La investigadora de la Universidad de Guadalajara, Aimeé Figueroa Neri, experta en fiscalización, sostiene que la contraloría para revisar la obra en 21 avenidas tiene alcance limitado, pues ni siquiera tiene la capacidad de presentar denuncias, ni debe estar en manos del gobierno. “Se dedica más a ser una ventanilla de quejas, pero nada más, no se ha extendido a la revisión financiera de la obra”.
Señala que las inconsistencias y versiones de sobreprecios ameritan que la Contraloría y la Comisión de Adjudicación de Obra Pública aclaren el asunto de manera urgente.
Ante las acusaciones de falta de transparencia, el 19 de agosto pasado el secretario general del ayuntamiento de Guadalajara, Roberto López Lara, declaró que la información sobre las obras y los flujos financieros está disponible en internet; incluso anunció que se instalarían pantallas en el Palacio Municipal para que los ciudadanos conozcan la información.
“En Guadalajara sostenemos que lo mejor es trabajar en nuestras responsabilidades y no anticipar contiendas. Es tiempo de trabajar y construir, no de campañas y distracciones”, dijo el funcionario a los reporteros.