Ayer, la Secretaría de Salud Jalisco reportó otros 886 contagios, para llegar a un acumulado de 124 mil 661 casos, con otros 30 decesos por la enfermedad. A la fecha, las víctimas en la Entidad suman cinco mil 157.
Las autoridades estatales exhortaron a los jaliscienses a no salir de casa de no ser necesario, seguir las medidas de higiene y sana distancia y evitar los festejos de fin de año.
Vive 44 días con COVID-19; continúa con padecimientos
- Alejandra se contagia en julio y revela su proceso de aislamiento y recuperación del coronavirus
-
La enfermedad le deja dolencias al respirar, por lo que debe ir a terapias de rehabilitación
Alejandra duró 44 días con coronavirus. Aunque los especialistas señalan que el promedio son 14 días, en los cuales existe el riesgo de contagiar a otros, las pruebas PCR a las que se sometió indicaron que ese fue el tiempo que el virus permaneció en su organismo.
Aunque comenzó con síntomas una semana antes, pensando que se trataba de una gripa normal, fue el 20 de julio (al sentir que le faltaba el aire) cuando acudió a una clínica particular donde le aplicaron el test y dio positivo, por lo que se aisló en casa y cumplió con las especificaciones de un médico que le recetó salbutamol, dexametasona y jugos de frutas naturales.
Aunque tras pasar 30 días se sentía “mejor”, la nueva PCR que se hizo señaló que el virus seguía en su cuerpo y el médico le advirtió que aún podía contagiar a otros, por lo cual siguió aislada otros 14 días hasta que finalmente una tercera prueba dio negativa.
Pese a que ya pasaron tres meses del contagio, Alejandra no se siente igual que antes. La espalda, a la altura de los pulmones, todavía le duele, y le cuesta trabajo concentrarse, además de que ha tenido que tomar terapias para fortalecer su respiración.
La familia de Alejandra también sufrió los estragos del COVID-19. Su padre contrajo el virus mientras la cuidaba durante el aislamiento, y fue intubado en el Centro Médico de Occidente por 45 días.
Cuando regresó lo hizo acompañado de oxígeno asistencial y de indicaciones para asistir a rehabilitaciones para fortalecer su respiración y para volver a caminar, pues por el tiempo que duró internado sus músculos de las piernas se atrofiaron. Hasta el momento sigue incapacitado.
“Si sumamos lo que hemos invertido en mi papá, hemos gastado como 40 mil pesos en tratamientos. Afortunadamente pudimos pagarlo, pero hay familias que seguramente no podrán hacerlo. Mi consejo es que se cuiden, que de verdad cumplan con las medidas sanitarias porque el virus de verdad existe”, expresó Alejandra.