A más de dos meses de ocurrido el homicidio, Ingrid Arenas, sin más recursos más que los propios, ha logrado obtener pistas sobre los homicidas de su hija, las cuales ha querido entregar personalmente al procurador de justicia sin que este la reciba en su oficina: “se ha intentado le hemos llamado pero siempre no está o está ocupado entonces no se ha dado cuenta de que soy yo pero él sabe que estado allá, el sabe que vamos al Ministerio Público, yo lo estoy buscando para saber si existe alguna información sobre el caso de mi hija y no hay nada”
Por ello, este lunes Ingrid Arenas, se presentó a las oficinas de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), para interponer una queja en contra de la PGJEJ, por la falta de información de la fiscalía sobre el caso: “ellos me dicen que van apoyarme en todo lo posible, y que me dieron un tiempo máximo para que yo haga una llamada y se me informe de cómo están canalizando todo, y bueno yo espero que todo realmente se de cómo quiero, lo único que quiero es que esa persona no dijo la palabra que siento, por que en verdad no se puede pero que este tras las rejas”, aseguró la madre de la victima.
Por otro lado denunció que la representación consular de Venezuela en México, le retiró el apoyó después de negarse a cumplir una serie de requisitos que le exigía la cónsul para poder trasladar las cenizas de su hija al país sudamericano: “La cónsul de Venezuela medio la espalda, ella se llama Jennifer Milano, ella medio totalmente la espalda por que no seguí unos lineamientos, llegó un momento en que ella no me entendió como madre en la situación que estaba pasando, entonces ella me pidió unos lineamientos que no eran necesarios”
Ahora Ingrid Arenas, sólo pide dos cosas a las autoridades mexicanas: la primera que se detenga al homicida de su hija, quien se cree es un Policía Federal, al que sólo conoce con el nombre de Carlos, que de acuerdo con testigos intentaba cortejar a la joven muerta, la cual se negó a tener una relación sentimental con el supuesto oficial, y la segunda que dos amigas con quien vivía Deysi Yeniree Ferrer Arenas, sean obligadas a declarar en torno a los hechos.
Jorge Martinez, Milenio